Especial Amigo 2/2

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— ¡Gané!...

— ¡Hiciste trampa!

Los juegos de mesa podría ser aburrido... pero no para Jeno que llevaba 3 de 3 partidas ganadas en el ajedrez, pero vamos, Jaemin era pésimo.

— No hago trampa, tú no sabes jugar.

— Sé jugar... pero prefiero los juegos sucios.

Sólo le bastaron cinco segundos a Jaemin para tirar al suelo todo lo que había en la mesa, subirse en ella y quitarse la camisa del mayor, siendo la única prenda que llevaba puesta.

— ¡Ah!... Jae, después te quejas cuando hago algún comentario fuera de lugar. — Sé quejaba el mayor recostado su espalda en el respaldo de la silla. — Si mi madre viera que tienes tus pelotas sobre la mesa que es herencia de su abuela te las cortaría.

— No me importa... me has tenido en abstinencia todo el verano. Además ella nos pidió que le hiciéramos el favor de cuidar de su hogar mientras se van de vacaciones.

— Ella confío en ti.

— Pues hizo mal.

— Ya lo veo. Bájate.

— Jeno... hágamoslo sobre esta mensa. — Lloriqueaba comenzando a tocarse a si mismo, pero no lo culpen.

Jeno llevaba sin hacerle nada desde hacía unos diez días, ¿por qué?... "Los vigilaré por las cámaras de seguridad" esas habían sido las palabras de su madre antes de partir. La mujer había aceptado su Jaesexualidad con tanta normalidad que lo sorprendió pero eso le quitó un gran peso de encima, además de que su madre confesó ser una Fugoshi sin remedio y disfrutaba de hacerle la vida imposible.

— Maldición Jae.

— Sólo un poco.

El menor rápidamente se sentó de espalda a él sobre sus piernas liberando su miembro que estaba completamente duro ya hace bastante, estaba dispuesto a penetrarse a si mismo hasta que...

— ¡Ya llegamos Nana!... Ahg que asco. ¿no pueden esperar a llegar al cuarto?

— ¡TE MATARÉ DONGHYUCK!.

Declaró a gritos Jaemin saliendo del regazo de su novio para recoger la camisa y ponérsela de vuelta junto a su ropa anterior que estaba tirada desde la primer partida de ajedrez. Salió tras su amigo quien ya había desaparecido después de presenciar tremendo acto.

***

Jeno se sentía nervioso, y odiaba que su novio tuviera esos amigos que lo ayudaron a organizar una fiesta en la casa de su madre para celebrar el fin de las vacaciones de verano, aunque eso no fuera motivo de festejo. Según "El Trío Descontrol" todo era motivo de celebración.

— ¿Te diviertes?.

— ¿Bebé era necesaria tanta gente?

— Son mis amigos de la universidad, y unos amigos tuyos, ¿por qué tienes tan pocos amigos?.

— ¿Por qué tienes tantos amigos?.

El menor río negando con con la cabeza y beso al más alto tomandolo de su nuca para evitar que se alejara o cortara el beso.

— ¿Quieres que los corra?

— No... podríamos revivir sierto momento en sierto baño. Aunque esa vez fue en un cubículo de un bar.

— Eres un cerdo.

Dijo tomandolo de la mano para guiarlo al baño que muy bien conocía el mayor puesto que había crecido en esa casa.

Apenas llegado al baño de visitas Jaemin fue empujado y presionado por el cuerpo de Jeno contra la puerta dando inicio a una ronda de besos necesitados y fogosos que duró más de diez minutos terminado con el mayor sin camiseta y los pantalones por las rodillas y el otro de rodillas sin una prenda encima.

El castaño saboreaba el miembro frente a su rostro como si fuera un dulce, recorría con su lengua cada vena resaltada, chupada la punta degustando el sabor salado del presemen mientras con una mano le acariciaba los testículos y con la otra se dedicaba a presionar el tronco del falo del que estaba perdidamente enamorado.

Unos segundos más y se correría, por lo que ayudó al menor a ponerse de pie dándole vuelta para poder tener ese esponjoso y redondo culito, el que apretujó y amazó a su antojo mientras que frotaba su miembro hinchado entre estas.

— Vamos, sin preparar como la primer vez.

— Eres increíble bebé.

Y por pedido del castaño Jeno se hundió de una estocada y hasta el fondo en su ser, robandole un gemido desgarrador de entre doloroso y excitado. Sin darle tregua comenzó con un movimiento constante y certero como siempre.

Los gemidos de placer no sé hicieron esperar y el menor no sé preocupó en contenerlos ya que la música por lo alto que estaba no dejaba que se escucharán fuera de esas cuatro pequeñas paredes. Deleitando al mayor y haciéndole saber que estaba haciéndolo bien. Sin perder la oportunidad marcó con besos y mordidas la espalda pecosa de su novio. Tratando de llegar más y más dentro de él.

— ¡Joder!...

— ¿Vas a masturbarme marica?.

Sintió al mayor reí y alzarlo para después sentarme en el retrete con él sobre su miembro aún en lo más profundo del cuerpo de su novio y entonces tomó el miembro contrario desde la base, lo comenzó a masturbarlo al ritmo de sus embestidas y sabía que no aguantaría mucho en ese ritmo.

Jaemin comenzó a cabalgarlo a un ritmo lento y pausado, disfrutando de toda la extensión que lo penetraba de una forma tortuosa y deliciosa a la vez. La atención en su miembro era justa, caricias suaves y fuertes combinadas, la presión en su punta y sus testículos tomados con fuerza lo hacían gemir sin temer a ser escuchados.

Sólo bastaron dos minutos para que el cuerpo de Jaemin fuera azotado por el climas arrazador que lo hizo arquear su espalda apoyando su cabeza en el hombro del mayor. Mientras que el pene del mayor era apretado por ese túnel carnoso y caliente que recibió hasta la última gota de semen que tuviera para dar.

En ese instante la música se dejó de escuchar para ser suplantada por dos golpes en la puerta y la voz de Donghyuck. — Nana espero no interrumpir pero... ¡suegra a la vista!.

— Juro que comienzo a odiar la voz de mi mejor amigo.

— Yo la odio desde el primer momento.

— No hables mal de mi mejor amigo.

— Deberíamos bañarnos... ya que estamos aquí, mi madre puede esperar.

— ¿Segunda Ronda?

— Segunda, Tercera y Cuarta si quieres también.

Ese hermoso chico... ➢ NoMin [ADAPTACIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora