Cap.3 Abre las piernas linda.

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Me estoy poniendo nerviosa es mi primera vez.... en el ginecólogo.

Mamá me aviso que no va a llegar a tiempo así que estoy un poco aliviada, mis amigas del colegio me contaron que suelen preguntar cosas que un padre no debería escuchar.

-Señorita Camille Jones - interrumpe la secretaria.

Me levanto de mi asiento y me arreglo la falda.

-Ya puede pasar, la Doctora la esta esperando.

-Gracias.

Abro la puerta.

-Buenas tardes - habla la doctora.

Carajo se parece a esas doctoras sexis que se disfrazan en hallowing, tiene unos enormes pechos, su camisa casi transparente no ayuda y menos el sostén negro, le queda tan bien. Sacó la parte lesbiana en mi interior. Trago saliva y me empieza a arder la cara.

-Buenas tardes -me toma unos minutos contestar.

Se pone unos lentes que están en su escritorio.

-Señorita Jones, tome asiento - señala la silla que esta al frente de su escritorio.

Se pone el lapicero en los labios y empieza a leer algo.

No puede evitar notar sus labios que estaba pintados de un rojo intenso, combinados con sus ojos claros y sobra negra, ufff.

Esta para comérsela.

Me empezó hacer algunas preguntas intimas que no pude concentrarme en entender, no podía evitar mirar sus labios.

-Muy bien -se para de su escritorio, saca algo de su cajón y me lo entrega- puede cambiarse en el baño.

Voy al baño y me cambio.

-Muy bien señorita Jones acuéstese en la camilla y coloque las piernas aquí.

Intento parecer calmada, respiro profundo y obedezco.

-Abre las piernas linda.

Mrd que hot, es una frase que se puede usar para hacer otras cosas también.

Escucho como la doctora se pone los guantes.

-Linda voy a empezar a tocarte.

JAJSJA, se pasa de coqueta, pienso.

Eso fácilmente se le puede poner doble sentido.

Empieza tocando mi clítoris, su tacto es cuidadoso y me estoy excitando, nunca nadie me había tocado, se va más abajo tocando mis labios, los guantes hacen que su tacto sea suave y resbaloso.

Me muerdo los labios y cierro los ojos, mis sentidos se centran en los movimientos de sus dedos, se siente tan bien.

-Tienes una buena lubricación, esta todo bien.

Virgen del orgasmo.

-Te voy a introducir esto, vas a sentir una presión y algo frio.

Carajo.

Muerdo mis labios y me aferro a la manta de la camilla.

-Okay linda todo esta bien ya se puede ir.

Mis piernas me tiemblan, no sé cómo hago para levantarme e ir al baño.

Cierro la puerta, suelto todo el aire que contuve y me saco la bata.

Empiezo a recordar, sus labios rojos, su camisa que no tenia los dos primeros botones abrochados, exponiendo sus voluminosos pechos, mis piernas están temblando.

Me empiezo a tocar, recordando lo que acaba de pasar, me muerdo los labios para no gritar, me toco los pechos, me agarró del lavadero para no caerme, cada vez estoy más caliente.

Muevo mi cintura en busca de más placer y ya no aguanto más.

Mi cuerpo se tensa y llegó al climax.

Me toma un rato recuperarme, me limpio, me lavo las manos, me cambio y salgo como si no hubiera pasado nada.

-Gracias doctora -me despido.

-No te olvides de venir la próxima semana para que recojas tus resultados.

No dejo de mirar sus labios.

Concéntrate.

Asiendo con la cabeza y salgo de su consultorio.

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