16.

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— Hola Jae.— dijo respondiendo la llamada.

° TaeHyung, te espero en mi departamento.

— Jae, no podré, tengo asunt...— no logró terminar de hablar por el grito histérico que se escuchó al otro lado de la línea.

° ¡Cada vez no tienes tiempo para nada TaeHyung! ¡Cada vez que te digo para hacer algo me rechazas!...— se escuchó un silencio y respiraciones agitadas por parte de MinJae.— ¿Qué es lo que te esta pasando TaeHyung?.— dijo más calmado y con un tono triste.

— MinJae.... Yo....— " Ni yo no sé lo que me esta pasando, ¡Maldita sea! es lo que más quisiera saber ¿Qué te está pasando TaeHyung?" pensó.

° TaeHyung, déjalo así, no era mi intención gritarte.... Solo estaba alterado, entiendo que tienes asuntos importantes, soy egoísta por no pensar en la empresa, y sobre todo que dentro de poco se acerca el lanzamiento de la nueva marca de ropa, entonces nos veremos cuando tengas tiempo... Te quiero mucho.

— Gracias por entenderme MinJae.— TaeHyung respondió con tono de voz suave y cansado.

° Espero verte pronto.— respondió MinJae del otro lado de la línea y corto la llamada.

TaeHyung dejó el celular sobre su mesa, se quedó pensando en lo que le dijo MinJae, por que él mismo no entendía que le pasaba, por que había rechazado una invitación de MinJae, que antes habría aceptado sin pensar. Y esta no era la primera vez que lo hacía.

En ese momento pasó por sus pensamientos la imagen de su esposo y todo tuvo sentido, ¿por que empezó a rechazar las invitaciones de MinJae?, a si, simple, si tenía una respuesta clara y concisa para eso, HoSeok.

Desde es noche que llegó a su casa y HoSeok no estaba, todo cambió, cada una de todas las cosa que hacían ya no era igual y se podría decir que HoSeok mismo ya no era igual, los primeros días después de ese día lo tomo con normalidad "tal vez HoSeok tiene cosas que hacer" pensó, pero ahora que ya había pasado casi dos meses y HoSeok no cambiaba, cada vez llegaba más tarde a su casa y hay veces que ni llegaba.

— HoSeok, que sucede contigo, que es lo que cambió entre nosotros,...pero que estoy diciendo..., si nunca hubo ni habrá un nosotros.— sus pensamientos eran expresados en voz alta en su oficina.

Se paró de su asiento giratorio y camino hacia la pared de vidrio que daba la vista a la acera del frente, pero lo que no imaginó jamás era ver a su primo JungKook saliendo del restaurante con una sonrisa y la compañía de nada más y nada menos que su esposo. Sus manos se hicieron puños aguantando así la rabia que le invadía el cuerpo, como era que su esposo sonreía como antes con su primo y no con él, esas sonrisas que eran antes para él y ahora les estaba dando a su primo.

— ¿Qué hace con ese imbécil?.— dijo, los veía conversando felices, cogió su saco y salió de su oficina lo más rápido que pudo, con rumbo a encarar al maldito de su primo y a su esposo.

Corrió hacia el ascensor y marcó rápido el botón que señalaba el número uno, cuando llegó fue directo a la salida de la empresa para luego ir al restaurante de al frente, pasó la mirada por todo el alrededor y no vio a nadie, no había rastro de su esposo, "¿Dónde están? Si yo vi que estaban aquí hace un momento ¿A dónde fueron?" sin perder más tiempo fue donde estaba aparcado su auto encendiendo el motor para ir directo a su casa, por que si HoSeok ya no estaba ahí supuestamente se fue a la casa.

Llegó y las luces seguían apagadas, no había nadie cuando se adentro, todo estaba vacío, se dispuso a esperar un tiempo, cada segundos se hacían minutos, los minutos se hacían horas y el tiempo avanzaba de la misma manera, sin la mínima intención de parar y sin que HoSeok aún apareciera por esa puerta.

𝘾𝙊𝙉𝙑𝙀𝙉𝙄𝙊 𝙈𝘼𝙏𝙍𝙄𝙈𝙊𝙉𝙄𝘼𝙇.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora