18.

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TaeHyung se encontraba sentado en su oficina con una sonrisa de oreja a oreja, esa mañana había despertado con un pequeño ángel entre sus brazos, que estaba firmemente acurrucado en él, se quedó un rato contemplando tal belleza y delicadeza que solo salió de su ensoñación cuando escucho un coro de ángeles.
— ¿Qué hora es?.— HoSeok preguntó con voz ronca.

— No es tan tarde, aún hay tiempo suficiente.— contestó de una manera diferente sin apartar la mirada de HoSeok.

— Tienes que ir a trabajar, prepararé el desayuno para ti.— se removió entre los brazos del más alto, pero este lo tomó de la cintura y lo pegó más a su cuerpo.— TaeHyung, por favor déjame salir, tienes que ir a trabajar y no quiero ser el motivo por el que llegues tarde.... Vamos suéltame.

— Solo un rato más, solo un rato más.— cada una de esas palabras eran dichas contra la suave piel del cuello de HoSeok, haciendo que este se estremeciera y pequeños temblores recorrieran su cuerpo.

— Vamos... parate, que tengo hambre.— dijo tratando de dejar de lado el estremecimiento que le causaba la posición en la que estaban, donde la respiración de TaeHyung golpeaba fuertemente contra su sensible piel de su cuello.

— Mi esposo tiene hambre, entonces iremos a prepararle algo.— dijo poniendo un último beso en su mejilla, se paró y se puso los pantalones que estaban tirados en el piso.— Dime que quieres desayunar.

HoSeok movió la cabeza en negación con una sonrisa en la cara, era una sonrisa de esas, las de real, las verdaderas.— Vamos TaeHyung, tu alístate para que vayas a la empresa, yo haré el desayuno.— se levantó de la cama y HoSeok a diferencia de TaeHyung llevaba puesto una ropa más ancha que le cubría la parte de arriba de su cuerpo dejando a la vista sus bien torneadas piernas. Y también viéndose más pequeño, siendo una enorme distracción para TaeHyung.

Sin más que decir cada uno fueron a hacer sus cosas, TaeHyung se alistó para ir a la empresa y HoSeok bajó a la cocina para preparar el desayuno.

Para TaeHyung era uno de los mejores días, todo estaba a la perfección, su HoSeok, su esposo estaba otra vez con él, y pues para qué seguir negándolo, pues TaeHyung ya tenía planeado llevar una vida así con HoSeok, quería una vida así y no la quería con nadie más que HoSeok, su esposo, nada más que con él, por que apenas al imaginar despertar con otro en su cama y entre sus brazos no le gustaba, le causaba un repelús. Y esta vez estaba dispuesto a hacer todo lo posible para que su matrimonio por conveniencia funcionará a la perfección, para que ese nombre que tenía su matrimonio se convirtiera en un verdadero matrimonio, sin nada de por medio, donde solo estarían HoSeok, él y sus futuros hijos, si sus futuros hijos, ya que pensaba tener más de uno con HoSeok. Pondría todo de su parte para que su matrimonio funcionará y esta vez sin ninguna mentira y sin ninguna persona de por medio, solo HoSeok y él. Dejaría claro lo de MinJae, ya no lo amaba, no como antes, le diría, hablaría con él lo más pronto posible cuando regresara de su viaje que con algunos modelos habían realizado.

— TaeHyung, primito, por que esa cara.......— el nombrado no se dio cuenta de qué alguien había entrado en su oficina y mucho menos que era el maldito, la persona que quiso robar lo que era suyo.— Pareces un maldito psicópata con esa sonrisa.

— JungKook, que gusto me da verte, que te trae por aquí.— preguntó con una voz agria, en cada palabra que lanzaba parecía haber veneno.

— Sólo vine a hacer mi trabajo ya que cada vez está más cerca del lanzamiento de la nueva marca de ropa, y vine también a ver cual es el diseño de la publicidad.— dijo como si no le hubiera afectado en nada el anterior tono de voz que uso TaeHyung.

— Yo ya lo vi y con eso basta, esta perfecto, se podría decir que es el mejor que tenemos, no es necesario que tu lo veas, y además yo soy el dueño de esta empresa.

𝘾𝙊𝙉𝙑𝙀𝙉𝙄𝙊 𝙈𝘼𝙏𝙍𝙄𝙈𝙊𝙉𝙄𝘼𝙇.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora