Capítulo VIII "Mano Negra"

232 24 6
                                    

Capítulo VIII "Mano Negra"

Capítulo VIII

"Mano Negra"

-Usarás este anillo es tradición familiar.

-Es de tu mamá -me cuestiono, porque la gran regla de la familia del duque es que sólo a la mujer más importante puede optar por tener ese anillo en su dedo y no importa si es su esposa o su amante.

-No, mi padre fue la excepción -sonríe- no quería ser manipulado por el abuelo pero igual se casó con la mujer que le fue entregada desde el comienzo.

-Entonces tu abuelo...

-Mi abuelo amo con locura y pasión a mi abuela, pero mi abuela jamás le perdonó que no le fuera entregado ese anillo y mi abuelo lo guardó como reliquia familiar, hasta que se lo cedió a mi padre y mi madre me lo cedió a mí hace varios años atrás.

-¿Tenías en mente a otra persona cuando te dieron el anillo?

-La verdad, no. No tenía en mente a nadie más, cuando te lo propuse a ti, me dije si le seré fiel y será la futura madre de mis hijos o hijas porque no la consideraría como la persona más importante para mi.

Lo observé atentamente y tengo miedo de creer en sus palabras, el gran escándalo se esparció hace horas atrás después que me presentará como su prometida.

Llega a la casa del duque, mi campanilla para cuidarme la miro es Beatriz, la sirvienta más joven de la casa, y que tiene gran cercanía a mi padre por las noches.

Se inclina ante el duque, y el escote de su vestido es notorio, mi mirada se gira al frente. John me mira divertido, pero tiene la osadía de reírse en mi cara.

Cuando le iba a decir algo, se levantó y me dio un beso en la frente. Me parece extraño ese lugar para dar un beso pero no objeto nada porque no tengo cara para lo que acaba de ocurrir con Beatriz.

Las habitaciones de invitados son relativamente cómodas y yo como futura esposa del duque me dieron la mejor habitación, me es incómoda toda la atención que recibo en la casa del duque por parte de los sirvientes, pero me niego a pensar mal de eso y decido dormir.

Al día siguiente...

Grave error, muy grave error. Llegaron los padres al día siguiente de la fiesta de cumpleaños del duque, por un atraso del puerto. Me inclino lo suficiente para no dar la cara frente a la madre del duque.

Cuando me levanto es notoria su presencia frente mío. Su cara angelical, sus cabellos rubios platino por la edad, esos rasgos finos aristocráticos, la fina nariz y la elegancia en sus gestos la hace perfecta a mis ojos, a diferencia de mí.

Me evalúa con la mirada de arriba y abajo y mira a Beatriz que se encuentra atrás mío con otro escote en su otro vestido. Eleva la ceja de manera recriminatoria pero no dice ninguna palabra. Me da un saludo de dos besos en cada mejilla y un tierno agarre en las manos.

Se acerca a mi oído derecho y me dice:

-Tenemos que hablar a solas las dos.  

EL LADO OSCURO DEL DUQUE DE LA CASADonde viven las historias. Descúbrelo ahora