Lady Charlotte de Beltson se consideraba en la categoría; Damas que harían lo que fueran por casarse , es decir, una desesperada.
El duque John Galbarth cansado de las damas en pleno ajetreo de docenas de debutantes, debe decidir casarse lo más tard...
Observó el gran espacio que tiene destinado el duque para su despacho privado. Hay dos motivos por los que estoy aquí.
Me salvó la vida (podía morir de hipotermia).
Él sabe algo que yo no sé y quiero descubrirlo.
-Mi padre...
-No-niega con su cabeza mientras tomamos asientos en el gran sillón del despacho, cerca hay una mesita de noche donde contiene libros de poesía- tu padre puede ser muy adinerado pero no contribuye con el congreso y no es de sangre azul , aunque tu padre es un hombre admirable que surgió desde la clase plebeya hasta ser uno de los grandes hombre de negocios que es ahora.
-Pero porque incluyeron a mi padre si no es de sangre blanca, ni azul , ni dorada.
Dibuja una pequeña sonrisa, mientras me sirve un vaso de un color ambarino me imagino que whisky.
-De sangre azul son sus alteza reales hasta los duques, sangre blanca vienen los condes y márquez , la sangre roja la sangre de burgueses y esclavos.
-Todos somos iguales.-Reclamo porque me hace consciente que mi sangre es sucia o considerada esclavos.
Sonríe de forma peculiar, su mejilla forma un hoyuelo. Es bonito esa peculiaridad, toma de su vaso mientras que yo espero.
-No, pequeña ,no somos iguales. Sino el mundo no progresará. Es posible que después de varios años logremos ser iguales unos a otros pero en este momento no será.
-Eso es injusto- lo miró con tristeza , agacho la cabeza consciente una vez más de la clase en la que se me considera.
-Entonces ¿Aceptarás si o no? -me pregunta .
-Me serás fiel-afirmó.
-Es probable que no. -Mi ceño se entrecierra.
-Entonces... Buenas noches , mejor me voy a entregar a...-camino hacia la salida -para entregarme a ese linaje...
-Espera- me agarra antes que salga del despacho -que importa si te engaño con cualquiera tu solo serás la oficial, y la madre de mis hijos legítimos y...
-¡No quiero bastardos ! -gritó- perdón, no quiero bastardos, soy egoísta en eso en mi familia quiero que sea algo que sólo yo pueda tener -giro mi rostro para otro lado que no sea él.
-Quieres que sólo sea exclusivo tuyo.
-Si- Afirmo, me mira de manera divertida como si yo le estuviera contando un chiste y no mis mayores inseguridades.
-No era pregunta- me revuelve el cabello y me abraza su altura es sorprendente le doy por sus hombros solamente. -Entonces tenéis mucho que planear para nuestra boda.
Me pongo rígida mientras él me lleva casi a rastras para presentarme a la sociedad como su futura esposa. Y yo por primera vez no tengo palabras que decir, porque todavía estamos en su fiesta.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
