HSDxD- [Sistema Demoníaco]

CAP I: Reformado

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Oscuridad, es lo único que Issei Hyōdō veía por más que caminaba.

No sabía dónde estaba, no sabía cómo llegó ahí, no sabía hacia dónde iba, no sabía cómo seguía vivo.

Camino en esa oscuridad aún sin rumbo fijo, simplemente siguió hacía adelante, era lo único que podía hacer.

Minutos o tal vez horas, no sabía cuánto tiempo había estado caminando, nada que lo ayudara a saber dónde estaba.

Nada que lo ayudara a ver más allá de esta oscuridad, era extraño, no veía nada, pero sentía su cuerpo, no veía sus pies pero era como si viera una silueta de estos, lo supo por qué hace tiempo atrás lanzó una patada, si bien no pudo verla, era como si su mente le enseñará la silueta, era extraño pero eso era lo único que lo mantuvo cuerdo en esta oscuridad y no caer en desesperación.

Una línea, tan delgada como un cabello apareció en un costado de su visión derecha, emitía una luz tan tenue que apenas era visible, pero en esta oscuridad fue tan brillante como un faro.

Con la vista siguió el origen de la delgada línea, viendo que provenía de aún más adelante.

Observó cómo varios de esos delgados cabellos se extendían cada vez más y más, pero todos parecían tener un origen.

El cabello que pasó por su visión se había alargado más y siguió su camino por dónde el vino, se preguntó si era necesario el caminar si eventualmente ellos llegaron dónde él estaba, dejó de lado eso, ya lo hecho hecho está; decidió seguir la trayectoria de la delgada línea y ver de dónde provenía, al menos ya tenía un rumbo.

Otros minutos de caminar y aún no llegaba al origen de estos cabellos luminosos, pero cada vez eran más y más, al punto que ya iluminaban el lugar, lo suficiente para confundirlo con un fósforo, pero ya era mejor que estar a oscuras.

Se estaba empezando a cansar de esto, no sabía el tiempo pero estaba seguro que eran horas, trato de tocar las líneas pero un dolor agudo atravesó su cuerpo, decidió no volver a intentarlo, en su lugar comenzó a contar las líneas que podía alcanzar a ver con tal de hacer menos aburrido su caminar, no funcionó, decidió dejar de contar luego de los cinco mil, después de todo las líneas comenzaron a aparecer entrelazadas entre sí lo cual ya no era posible diferenciar cuál era cual si no te enfocas bien, y el no quería detenerse a ver cuál era cuál.

Lo veía, por fin lo veía, una luz más fuerte que estos cabellos de luces, estaba aún lejos, pero era brillante, mucho, corrió dispuesto a llegar lo más rápido que pudo.

Impresionante, esa era el único pensamiento que le vino a la mente, no estaba equivocado, la luz era brillante, demasiado, lo suficiente para iluminar un par de decenas de metros de esta oscuridad, lo sorprendente era que pareciera una gigantesca bola de estambre flotando a metros del suelo oscuro rodeado de un pilar de color translúcido que parecían raíces, los cabellos de luces provenían de ella y ella estaba formada por los miles de estos, uno encima de otro, entrelazadas unos con otros, no era posible saber cuál era el inicio o el final.

Camino para ver más de cerca, al estar a ocho metros de ella la enorme bola de estambre de unos cinco metros de diámetro brillo fuertemente como si reconociera la presencia del castaño, las líneas detuvieron su avance, en su lugar comenzó a ir al castaño.

Lo esquivó, no quería tocar esos cabellos, ya tocó uno y no le gustó, sin embargo estos cabellos eran persistentes, era como si quisieran atraerlo.

Ahora que lo pensaba cuando toco uno de ellos brilló por un momento y aceleró su avance.