Capítulo 3

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Zabdiel

Me siento feliz al ver la felicidad que brota de Candela e irradiación que sale de su cuerpo con tener a su mejor amiga cerca.

Esto es bueno de los cumpleaños: celebrarlo con amigos y las personas que en verdad te importan.

Mamá quería venir, igual que mi padre y el resto de mi familia─del lado de mamá─para conocer a mi famosa novia, pero les dije que prefería que Candela la pase con sus amigos. Ella lo entendió y terminó yendo de viaje a Cancún junto a mi padre. Incluso le envió un regalo.

─Gran fiesta, Zabdi. Esta vez te luciste─me felicita Ethan.

─¿Tú crees, Eth?─sonrío de lado.

─Obviamente─asiente y continúa bebiendo su ponche.

─¿Va todo de acuerdo al plan?

Asiento hacia Ricardo.

─Y espero que siga así.

─¿Christian prometerá eso?─inquiere Johann alzando una ceja.

─Espero.

Es el cumpleaños de mi novia y no quiero que se estropee todo por la insistencia de mi mejor amigo en querer hablar con Madison cuando la vea. Quiero que todo salga perfecto, nunca hizo un cumpleaños para una chica que me gustara y ahora que estoy con alguien verdaderamente perfecta, no quiero que mi planificación salga mal.

***

Christian

«Hoy tal vez vuelva a verla»«Hoy tal vez vuelva a verla»«Hoy tal vez vuelva a verla»«Hoy tal vez vuelva a verla»

Esas palabras resuenan en mi cabeza mientras conduzco directo a la casa de Zabdiel, donde se organiza el cumpleaños de Candela. Intento controlar mi emoción para no terminar chocando contra un camión, como la última vez.

Estoy tan emocionado y nervioso a la vez, ¡la volveré a ver! Sé que asistiría al cumpleaños de su mejor amiga, es imposible que falte por tercera vez consecutiva. Como dicen algunos: «la tercera es la vencida». Estoy seguro que por fin volveré abrazarla y besarla. La besaría hasta que nuestros labios queden agotados y nuestros pulmones ya no quieran colaborar.

Siempre sueño con volver a tenerla entre mis brazos.

Me confundo cada vez que me pregunto: ¿por qué se fue sin dejar explicación alguna?

Se me revuelve el estómago al imaginármela con otro sujeto. ¿Será...? ¡No! Imposible. Madi no es ese tipo de chica.

Mis pensamientos se eliminan cuando detuve el auto frente a la mansión, lo estacione, apagué y luego salí tan relajado como estoy siempre─creo─. Cuando subí los pocos escalones, toqué timbre y queda esperar que me abran.

Nadie viene... toqué timbre por segunda vez... la música se oye muy fuerte que nisiquiera puedo escuchar el canto de los pájaros a mi alrededor.

Presiono el timbre otra vez, y finalmente se abre dejando ver a mi mejor amigo Zabdiel bien vestido, siempre luce bien; al chocar sus ojos contra los míos, los abre grandemente sorprendido y queda con la boca ligeramente abierto. Quedó estático, como piedra.

¿Y a este que?

Sé que soy guapo y todo eso, muchas chicas se me quedan viendo al pasar frente a ellas como si fuese un Dios griego, pero que se quede así mi mejor es... raro.

─Zab─trueno los dedos para sacarlo de su trance.

Zabdiel agitó la cabeza.

─Hola, Christian, am...─se dio unos segundos para mirar en el interior de la mansión y regresó─. ¿Cómo estás?─sale de la casa cerrando la puerta sin dejar ver el interior─Lindo día, ¿no, amigo? Perfecto para una party. ¿Cómo estás?

Vuelve a mí [LHDLS #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora