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Narrador.

—¡Isabel, ya levántate, es hora del desayuno!— Grita enojada Elizabeth desde la cocina.

—Es sábado déjame dormir a gusto mujer— Reniega con cansancio Isabel desde su habitación.

—¡Nada de déjame dormir, mamá no tarda en llegar, no me hago responsable de lo que pase!— Sentencia con una sonrisa satisfactoria.

—¡Voy!— Se levanta y comienza a vestirse.

Baja a desayunar con toda la alegría del mundo... *Otra vez sarcasmo*

—Valla hasta que al fin bajas— Reprocha con las manos en su cadera.

—Villi histi qui il fin bijis— Se burla y rueda lo ojos.

—¡Mamá, lo volvió a hacer!— Grita.

—No tienes porque gritar, estoy aquí y si la vi— Se cruza de brazos.

—No como crees, yo soy niña buena— contesta nerviosa.

—Aja ve a desayunar antes de que saque la chancla o prefieres la varita— Pregunta juguetona mente.

—Adiós, las quiero— Sale corriendo para para desayunar.

—Jajaja, nunca falla— Se burla de mi desgracia.

—A tu no te salvas—

—Aaaa, adios— Sale corriendo.

Narra Carmen.

Tengo que protegerlas a toda costa, si no el las encontrara, que hago  que hago...

—¿Mamá, estas bien?— Pregunta Eli, mi pequeña mayor.

—Si cariño— Trato de forzar una sonrisa.

—Sabes que no eres buena mintiendo ¿verdad?— Sentenció Isa, mi pequeña menor.

Son demasiado inteligentes como para no darse cuenta, lo mejor sera decirles la verdad.

—Mis niñas vamos a mudarnos— Comenté un poco nerviosa.

—¡¿Qué?!— Grita alterada Isabel.

—¡¿Y eso cuando se decidio?!— Pregunta consternada Elizabeth.

Suspiro —Yo lo decidi— Hable lo más calmada que pude.

—Y ¿donde nos iremos?— Pregunta seria Elizabeth.

—Aun no lo tengo definido, pero preparen sus maletas nos vamos en una semana— Conteste de manera serena.

Mi hijas solo se me quedan viendo, claro ellas aun no se dan cuenta de algunas cosas porque yo se los impidió pero aun así pueden distinguir la mentira de la realidad cuando se trata de mi. Ellas aun no deben saber la verdad, seria muy peligroso si se enteran de la...

—Verdad...— Hable sin pensar, y cuando me di cuenta me miraban con ojos interrogativos. —Ajam, porfavor vayan a hacer lo que les pedi— Les sonreí con calma.

Dieron media vuelta y se dirigieron a sus respectivas habitaciones.

Narrador Isabel.

Esto se esta tornando complicado primero mis visiones demasiado realistas, luego las pesadillas de Eli y ahora esto, mamá esta demasiado asustada como para contarnos.

Narra Elizabeth.

Me esta preocupando todo este asunto, primero las visiones de Isa, luego mis pesadillas y ahora mamá queriéndose mudar, definitivamente esto es muy serio.

Narrador.

Carmen no pudo conciliar el sueño así que prefirió seguir guardando sus pertenencias junto con la de sus hijas, Elizabeth al tener otra de sus pesadillas decidió tomar un baño y bajar a hacer el desayuno, y por ultimo Isabel, se levanto y fue a tomar una ducha.

Narra Isabel.

Otro día más, me levanta y fui a tomar una ducha para relajarme, al terminar me vestí y como de costumbre comence a cepillarme mi cabello  solo que escuche un crujido; extrañada revise mi cepillo por si estaba aplicando demasiada fuerza, al no ver nada seguí con lo mío hasta que lo volví a oír, voltee hacia arriba y nada; un poco más alerta seguí pero esta vez note una hendidura en el espejo.

Me acerque —¿Pero que rayos?— la rocé con la yema de mi dedo pero me corto —Carajo— por inercia lo lleve a mi boca.

De un momento a otro deje de escuchar todo a mi alrededor, me puse en alerta y trate de sacar mi varita...
Rayos la deje en mi cómoda, luego escuche otro crujido esta ves voltee a ver el espejo y empezo a agrietarse mas.

—Eli, deja de hacerlo—  No recibí respuesta. De un momento a otro el espejo se rompió y dejo ver una parte hueca donde todo estaba obscuro. —Elizabeth, esto ya no es gracioso— Reproche con la voz entrecortada y los ojos cristalizados, me dirijo a la puerta, pero al tratar de abrirla no habria. ——¡Elizabeth!— Grito ya al borde del llanto, hasta que escuche agua correr y algo cayendo en ella; voltee y vi que era agua. —¡Mamá!— Grite demasiado fuerte al punto de sentir rasposa mi garganta. De repente la bombilla exploto y quede a obscuras ya que el baño no tenía ventanas.—¡MAMÁ AYÚDAME, MAMI!— Grite esta vez más fuerte. Sentí como el agua me sobrepasa cuando escuche. —"Esto es solo el comienzo"— Y perdí el conocimiento

Narra Carmen.

Seguía guardando las cosas cuando de repente escuche un grito.

—¡MAMÁ AYÚDAME MAMI!— Grita Isa, y de repente silencio.

Empecé a escuchar los gritos de Eli tratando de abrir la puerta. Llegue y vi que estaba trabada, de repente en el piso pude ver agua saliendo.

—¡Isabel, isa cariño hablame!— empecé a patear la puerta.

—¡Isa responde porfavor!— grita Elizabeth mientras llora.

Rápidamente saque mi varita a hice un hechizo explosivo para poder entrar. Lo que vimos fue una escena que me destrozo. En las paredes tenía escrito con sangre las frase "Te encontre", había agua y pedazos de vidrio en el suelo y a mi pequeña, inconsciente con algunos cortes y totalmente empapada.

—¡Isa!, Isa porfavor hermanita respóndeme...— Elizabeth recostó la cabeza de Isabel en sus piernas mientras le acariciaba su cabello. —Ma... mamá ¿que hacemos?— Me pregunto llorando. Salí me mi shock. —Revisable el pulso deja hacer una llamada—  Me dirijo rápido  mi habitación y llamo a Jerry.

—Hola Carmen como est...— Lo interrumpó al instante.

—Nos encontró...— se quede callado.

—Voy enseguida— Al momento de decirlo cortamos la comunicación y me dirijo al baño donde estaban mis pequeñas.

Encontré a Elizabeth abrazando con fuerza a Isabel mientras ella lloraba, solo pude arrodillarme y rodearlas en un abrazo. A los minutos se abrió un portal donde venia Jerry, Justin y Max, estos 2 últimos venían discutiendo, pero se callaron al vernos.

—¡Isabel!— Grito Max y corre en nuestra dirección.

—¡Elizabeth!— Grito Justin al mismo tiempo que su hermano e imita su misma acción.

—Je... Jerry— solo llore.

—Carmen, tranquila, respira dime exactamente que paso— Me trata de tranquilizar.

—Est... estaba guardando unas cosas mientras que Eli hacia el desayuno, escuchamos los gritos de Isa, la puerta estaba trabada asi que la volé en pedazos, y cuando entramos estaba tirada, mi niña.— Solo podía llorar mientras Jerry recorría el baño.

—Justin...— Volteo a ver a su padre. —Duerme a Elizabeth— Le hizo caso y la durmió con un hechizo. —Carmen, hay que llevar a Isabel a un lugar más comodo— Yo solo asiento, me dirijo a mi pequeña pero Max no me deja.

—Yo la llevo— La carga, mientras Justin hace los mismo con Elizabeth; los 6 nos dirigimos a mi habitación que es la más cercana.

—Necesito que te calmes— Respiro profundo y asiento con la cabeza. —Recita este hechizo para que no deje secuelas en Isabel— Hice lo que me indico y vi que mi pequeña estaba más calmada.

Tan diferentes e iguales a la vez Los hechiceros Waverly Place (Max Russo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora