Bajo la lluvia || Izana Kurokawa

Capítulo 8

                              ||Frío||

Helena.

—Helena, tengo hambre ¿Podemos ir a la cafetería que me gusta?— me pregunto Amber mientras se colocaba un pequeño suéter.

—No tengo ganas.— me lance sobre la cama.

—Por favor.— Amber se lanzó encima de mi y comenzó a hacerme cosquillas.

—¡Amber Basta! ¡Vale vale, iremos!— ella sonrió triunfante y se levantó.

—¿Quieres invitar a alguien? Yo puedo invitar a Kakucho.

—¿Segura?.— dude un poco, pero pregunté, creía que tramaba algo, ella asintió.—Bien, ¿A quien quieres que invite?.— pregunté cruzándome de brazos y noté sus nervios, si tramaba algo.

—Es tu completa decisión.— ella se encogió de hombros, intentando disimular su nerviosismo se dio la vuelta dandome la espalda.

—No.

—¿No que?.— pregunto haciéndose la confundida.

—Amber te conozco mejor a mi misma, y no invitare a Wakasa, ya hemos salido anteriormente con el.

—¿Tienes más amigos?.

—¡Oye!

—¡Lo ves!

—Vale, eso me ha dolido un poco, pero no cambia mi opinión, Wakasa seguro está ocupado, además no sabes si se llevará bien con Kaku-Chan.

—Pero es una persona muy agradable, seguro que Wakasa le caerá bien.

—No se...aseguró Kakucho irá a contarle todo con detalles a Izana, y se pondría insoportable después.

—Veo que a alguien le importa mucho lo que Izana piense.—Amber arqueo una ceja mientras sonreía.

—No se trata de que me importe lo que piense, se trata que Izana es una gran molestia cuando se lo propone y no quiero que me ponga los nervios de punta.

—Me parece que si te importa.

Suspire y me resigne, no me dejaría tranquila hasta que accediera.

—Vale, le preguntaré a Wakasa, pero tú vas a decirme ¿Por que la insistencia?.

—Quiero que lo descubras tu.

—¿Descubrir que?

—Dije que lo descubrirías tu, no te daré ni pistas. Ahora, pregúntale a Waka-Chan.

—¿Segura que quieres salir? Hace mucho frío hoy...

—Sip.

Suspire y busqué entre mis contactos el número del celular y al encontrarlo, seleccioné para llamar.

El tono sonó pocas veces antes de que el me respondiera, aproximadamente dos, y pude escuchar su voz del otro lado.

—Helena, hola.

—Hola...oye Amber yo, y alguien más, queremos ir a una cafetería cerca de mi casa, ¿Te gustaría venir?

—Uhm, ¿Ahora?.—Pude distinguir un poco de duda en su tono de voz.

—Si...pero si no puedes, podemos salir otro día.

—Hhm, descuida puedo dejar lo de hoy para mañana, iré contigo.

—¿Estas seguro? Si realmente tienes planes podemos dejarlo para otro día, no hay problema.

—Si, descuida, envíame la ubicación del lugar.