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Aquella misma tarde, Seungmin logró convencer a Jisung después de haber tenido una profunda conversación sobre diferentes cosas.

Jisung se estaba preparando, pues ya lo había llamado y él le mandó una ubicación de una cafetería cercana a la casa de Jisung. Seungmin no se podía separar de su mejor amigo y Jisung agradecía eso. El peliazul siempre le daba las gracias por darle alguno de sus absurdos consejos que ni Seungmin seguía.

—No te pongas nervioso —Le dijo Seungmin a Jisung, quien se miraba al espejo. Seungmin apareció detrás suya y le sonrió —, no le hables en un inglés perfecto, que para él sigues siendo un turista cualquiera y procura no espantarlo.

—Gracias por los ánimos —Jisung sonrió.

—Averigua que es lo que le gusta, y Jisung... —Seungmin lo agarró de sus hombros y lo giró hasta tenerlo mirando a sus ojos —no te enamores.

—No lo haré —Dijo Jisung seguro de sí mismo —lo prometo.

—¿Quieres que te lleve?

—No, está cerca la cafetería —Negó Jisung mientras ambos salían de su casa —Adiós —Se despidió.

—Cuando termines me llamas y te recojo —Le dijo Seungmin a lo que Jisung asintió —Suerte.

Los dos amigos tomaron caminos opuestos. Mientras que Seungmin caminaba de camino a la mansión de los hermanos, Jisung caminaba lentamente hacia la cafetería.

Al llegar a la cafetería, Jisung quedó sorprendido, pues en aquella cafetería parecía que comprar un café te costaría un ojo de la cara. Jisung se adentró y en la mesa de la esquina del fondo del lugar vio una pequeña mancha morada, era el pelo de Minho. Sin quierer el peliazul sonrió y caminó hasta aquella mesa.

Chico azul, hey —Minho saludó con la mano desde lejos.

—Hola... Minho —Jisung saludó tímidamente y el violinista le hizo una seña para que se siente.

—Pues... —Minho apoyó sus codos en la mesa —aún no sé tu nombre chico azul, ¿cómo te llamas?

—Jisung... Han Jisung —Respondió este relajando sus hombros.

—Bueno, Han, relájate que te veo muy tenso.

—Yo.. es que nunca me han invitado pues... así —Habló mucho más rápido de lo normal.

—¿Así como? —Rió Minho.

—No sé... es decir... eres una persona famosa y... nunca pensé que a alguien le llamaría la atención.

—¿Bromeas? —Preguntó Minho sorprendido —es imposible que a nadie le hayas llamado la atención, es decir... tú no pasas desapercibido.

—Ya... esto ¿gracias?

—No parecías así de tímido cuando dijiste que dejaría sin trabajo a los modelos —Bromeó Minho, haciendo que Jisung se sonroje.

—Ya... no pensé que se me escuchaba, yo se lo dije a mi amigo.

—¿De que parte eres?

—¿Parte?

—De corea, yo de Gimpo —Sonrió Minho.

—Yo de Incheon —Hubo un silencio, que a Jisung le pareció eterno, pero no era mucho más de un minuto de silencio —Lee.

—Dime, Han.

—¿Por qué me has invitado? —Preguntó rápidamente mirándolo a los ojos.

—¿Quieres la verdad? —Preguntó el más mayor, Jisung asintió varias veces —no me gustaría presentarme si no estás ahí para verme y me gustaría que vinieses a mi actuación, de hecho, me encantaría verte ahí —Jisung se puso tenso en cuanto escuchó ESA frase y por poco se le olvida respirar.

—Espera, espera —Dijo Jisung sorprendido —¿en serio?

—Sí, ¿por qué mentiría? —Minho encogió sus hombros

—Pues... espera, ¿me estás invitando a una actuación a la que solo va gente rica? —Preguntó de nuevo para asegurarse.

—Sí, chico azul —Hizo una pausa y comenzó a buscar algo en su pequeña mochila —Toma, la invitación.

Jisung acercó su mano temblorosa a la del más mayor, la cual sostenía un sobre blanco el cual tomó con mucho cuidado teniendo un pequeño rozamiento con la mano de Minho. Quiso abrir el sobre, pero Minho le dijo que la abriese cuando vuelva a su casa, y el peliazul no dejó de agradecerle.

Desde ese momento, la conversación entre los dos fue mucho más ligera. Jisung supo que a Minho le gustaba jugar a varios videojuegos y él le contó que se había pasado el mismo juego que Jisung no pudo terminar por culpa de Seungmin.

Minho también le contó que desde pequeño tocaba el violín porque su abuela quiso que aprendiera. Dijo que su abuela era quien lo crió y con quien creció hasta que murió cuando Minho tenía apenas dieciséis años. Desde ahí se propuso ser violinista.

La tarde le resultó más divertida a como se la había imaginado, Jisubg no podía creer que Minho y él tenían casi los mismo gustos, tristemente a Minho le llegó la hora de irse, él se ofreció llevar a Jisung, pero el peliazul no quería decir que iba a casa de los multimillonarios acusados de asesinato, así que él se negó rotundamente sin importarle cuántas veces le pedía Minho llevarlo.

—Gracias por esta tarde —Minho se despidió sorprendiendo a Jisung con un beso en la mejilla —Adiós, chico azul.

Aún embobado, Jisung llamó a Seungmin.

fatal orchestra ;; stray kidsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora