VI.- Me Estoy Notando el Corazón.

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Lunes 25 de Abril del 2022, Italia. 

CARLOS POV.

Un adormilado Carlos abrió los ojos, en la mesa que estaba a un lado de su cama encontró su reloj, al mirar la hora, marcaba las 8:40 am, quería tranquilizarse pero sabía que entre más tiempo estuviera en Italia, menos oportunidades de hablar con Georgina tendría. La culpa lo estaba carcomiendo, pues era obvio que si la pelinegra había decidido terminar con él, era por su comportamiento, río amargo, pues tan solo unos días antes había ido en busca de aventura, porque juraba que las cosas eran un poco más divertidas cuando estaba no tan bien con Gina, pero la diversión ahora se había terminado de golpe. 

¿Él le diría a sus papás que su relación ya había terminado? aún no quería pensar que era definitivo, pero para ser honestos, nunca vio a Gina tan convencida mientras le decía todo ese discurso sobre que las palabras convencían pero el ejemplo arrastraba, quería salir a buscarla a cada hotel de Italia, quería pedirle que por favor lo escuchara, pero incluso si Georgina quisiera escucharlo, no sabía qué decirle. 

¿La verdad? era cierto que él la había evitado un tiempo, era verdad que había preferido la compañía de extraños antes que la de ella, igual no era mentira cuando ella le dijo que sabía más de su vida por las redes sociales que por lo que él le contaba, entonces, aunque para él fuera difícil de asimilar, ¿para qué quería seguir con ella?, si le había sido tan difícil prescindir del amor que Gina le daba, ¿cuál era la diferencia ahora? 

¿Era por ego? tal vez sí y eso solo lo hacía sentir como un superficial, pero entonces, por primera vez sintió que algo desde lo profundo de su corazón que le gritaba que la amaba, incluso cuando él parecía haberlo olvidado, no quería plantearse una vida en donde no pudiera llegar a Madrid y que en el aeropuerto estuviera ella esperándolo, para después llevarlo a comer y finalmente, preparar un día de películas junto a él. 

Sin pensarlo mucho, le escribió a una de las florerías que siempre le hacían favor de entregarle flores a Gina, hace no mucho, él acostumbraba a mandarle flores a Gina todos los jueves, era una tradición que él había adoptado porque una de las coincidencias que lo hacían pensar que ambos estaban hechos el uno para el otro, es que habían nacido en jueves. Le respondieron rápidamente, él ordenó un arreglo de 67 rosas blancas, una por cada mes que habían estado juntos desde que empezaron a salir. 

Esperaba y más bien, rogaba, porque Gina estuviera en casa, porque la noche anterior la notó tan convencida que él en verdad no quería pensarlo, pero sentiría un pinchazo en su corazón si ella había tomado la decisión de irse, sacudió su cabeza con la intención de alejar esos pensamientos, por fin decidió levantarse de la cama e irse a dar un baño, no estaba planeando volver a Madrid en esos días, puesto que revisarían algunas cosas en la fábrica, así que desde Italia, iría directo a Miami, pero sería hasta dentro de varios días. 

Después del baño, decidió ir a entrenar un poco, quería mantenerse ocupado, por lo menos hasta que le avisaran que le habían entregado las rosas a Gina, porque eso significaría que ella estaba en casa y que tenía una pequeña oportunidad. Para su sorpresa, Caco llegó al lugar en donde estaba entrenando. 

-Hasta que por fin te encuentro-dijo Caco mientras llegaba a la caminadora de un lado de donde estaba Carlos. 

-Hola-saludó sin mucho ánimo-¿cómo estás? añadió con el mismo tono de voz. 

-Todo bien, gracias por preguntar-reconoció Caco, quién de inmediato notó que Carlos no estaba bien-¿pasa algo Carlos?-preguntó directo. 

Carlos dudó en decirle, porque sería la primera vez que lo confesaría en voz alta, pero sobre todo, porque no quería que fuera realidad, aunque así era, tras unos segundos en donde su primo lo miró fijamente, él decidió decirle lo que pasaba -Georgina terminó conmigo ayer-reconoció sin más. 

Un Veneno-Carlos Sainz Jr.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora