La monja observó el reloj en sus aposentos era la tres de la madrugada, tomo la bata y cubrió el cuerpo al igual que la cabeza, sostuvo la jarra con agua, dio un sorbo del liquido y luego abrió la puerta para perderse detrás de la misma. Eva danzo hasta el balcón del monasterio, la brisa de la mañana golpeo el rostro de la muchacha quién contempló los hermosos paisajes a oscuras.
De regreso a sus aposentos se detuvo por un santiamén a observar una camioneta muy parecida a la de Cristián. Hacía varios días que no veía a ese inmoral. Dejó pasar desapercibido el vehículo imaginando que sería de la parroquía a la que mañana tendrían que asistir un grupo de hermanas incluyendo a Vida, Gracia, Ruth y la hermana Paciencia.
Volvió a su alcoba adentrándose en el interior momento donde sintió su característico olor a macho alfa, la monja giró sus talones quedando ante un Cristian intenso y desafiante.
Sus miradas se volvieron a cautivar era como si por fin dominaba sus sentidos, sus deseos, ese era su poder.
El silencio entre ellos era incomodo ninguno de los dos decidió argumentar se quedaron observandose detenidamente por un varios minutos, era como si Eva estuviese pensando en que hacer con el señor Board, cada vez que todo estaba en orden aparecía él para recordar lo que había vivido y el porque aceleró los planes en la cuidad.
---Prometí volver y lo cumplí--- exclamó dando cuatro pasos al frente sin dejar de ver su rostro confuso y anonito, lamia sus labios sin apartar sus ojos de la monja.
Era incomodo estar cerca de Cristián ya que no ayudaba en lo absoluto.Eva no se alejaba, era difícil de creerlo pero así lo hizo. Al parecer estaba cayendo por Cristián o mejor dicho había caído por el señor Board.
--También prometí que cuando volviera no me hiria como las manos vacías--terminó de argumentar asaltando los labios de la novicia.
La chica respondió al asalto, mordió su labio con deseo, como nunca lo había hecho, los besos se intensificaron era como si toda la pasión que se encontraba guardada saliera al interior a relucir en el momento preciso. Cristián acercó el cuerpo de Eva al suyo, la sostenía con fuerza y a la vez delicadesa.
---Te quiero Eva--- susurró acariciando sus muslos mientras recorría su espalda, de un momento a otro quito el nudo de la bata, observando su cuerpo dentro de una largo vestido de tela fina, en pocos segundo ese vestido de encontraba tirado en el suelo de madera mientras ambos se encontraban en medio de besos y caricias.
Cristián dejó su ropa a un lado para apreciar la hermosa desnudez de la monja, los besos se intensificaron el calor entre ellos, ninguno de los dos daba tregua a lo que era evidente que sentían, simplemente se miraban, Cristián tocaba su vientre mientras dejaba algunos besos en su cuello a lo que sorprendentemente Eva no le había rechazado incluso jamás imaginó estar en medio de hacer el amor con la chica que le facinaba, Eva unió su lengua con la de Cristián sumergiendose en un profundo beso acalorado y lleno de pasión.
Una pasión descontrolada y desbordante.
Cuando Cristian sintió los gemidos de la monja, pasó sus grandes manos por la cintura de la chica con la intención de atraerla a su cuerpo, la pego sintiendo esa electricidad que traía por dentro. Eva pasó sus brazos con el cuello del magnate posteriormente tocando su cabello desprolijo con cierta delicadeza después fue bajando por su pecho hasta sentir estrechamente el contacto entre ellos.
Bajo la atenta mirada deslumbrante de Eva el aristócrata se despojó su ropa interior dejando a la visibilidad su miembro errecto mientras lascivo enmarcaba una sonrisa poniendo a elegir quedarse o huir y perder el momento que tanto han deseado. La dejó observar un santiamén jugando con su parte para que Eva observará lo que tendría en su interior, era digna de ella así que no debía de ignorarlo y sentirse mal.
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Mi Pecado es Poseerte©
RomanceUna monja en un convento engañandose a sí misma y tratando de cerrar su ardiente corazón por aquel millonario que la busca y tiene como reto seducirla, hacerla suya y poseerla cuando quiera. Libro 1 : Misterio En El Monasterio Cristian Board y Eva M...