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Seokjin sabe que está en problemas, cuando al llegar a su casa la señora Choi le dice que Namjoon lo está esperando en su oficina

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Seokjin sabe que está en problemas, cuando al llegar a su casa la señora Choi le dice que Namjoon lo está esperando en su oficina.
                 
No sabe comó reaccionar, normalmente ellos sólo hablaban en su oficina cuando era algo verdaderamente serio.

Seokjin recuerda que las pocas veces que ellos hablaron en la oficina de Namjoon, las cosas siempre terminaban un poco tensas.
               
Cuando entra a la oficina ve a Namjoon quien lo espera con un café en la mano y una sonrisa que rápidamente nota, es forzada.
               
¿Lo habrá descubierto? ¿Sus guardias le habrán dicho que eran amenazados por él? ¿O alguien le fue con el chisme?
               
— Jinnie, cariño, necesitamos hablar.
                   
Tan rápido como toma asiento frente a Namjoon, unas fotos son extendidas hacia él y se cuerpo se tensa.
                 
Mierda.
                 
— Yo puedo explicarlo.
                   
— Te escucho.
                 
Estaba a punto de explicarse, a punto de decirle que lo lamentaba, pero él realmente quería tener hijos y al no poder hacerlo, su única solución fue conseguir trabajo allí, junto a niños que nunca podrá tener, sin embargo, antes de poder hablar algo dentro suyo lo detuvo.
                   
No le debes explicaciones, no hiciste nada malo.
                   
Tú tienes derecho a trabajar.
                 
Él no es dueño de tu vida.
               
Él no quiere marcarte.
                 
Su mente le estaba jugando en contra, las anteriores discusiones aún estaban frescas y no podía olvidarlo.

Namjoon no era su alfa por completo y ya lo estaba controlando, le impedía salir solo y ni siquiera quería marcarlo o darle hijos.

¿Por qué estaba aguantando todo eso?
                 
Lo amas.
                   
Sí lo ama, lo ama demasiado y sabía las consecuencias de comenzar una relación con él.

Sin embargo, Namjoon también dijo que le daría una marca, que le daría hijos y lo haría feliz, pero ahora no quiere cumplir con nada de eso.
                   
— Tú no quieres darme hijos. —es lo primero que dice—. Esos niños me dan el amor que necesito.
                 
Sorprendido ante sus palabras, Namjoon no sabe qué decir.

Él esperaba una explicación, disculpas y luego ambos hablarían respecto al tema y llegarían a una solución donde ambos puedan estar felices, no se esperaba esa respuesta.
                   
— Seokjin, ¿sabes qué provocas con todo eso?
               
— ¿Provoco algo? Sólo estoy trabajando.
                   
— Sin guardaespaldas.
                 
— Esos simios asustan a los niños.
                   
— Y esos niños están en peligro contigo.
               
— ¿De qué hablas? No soy un psicópata, no voy a hacerles daño.
         
— Pero eres mi pareja, mi omega, si alguno de mis enemigos llega a enterarse que trabajas allí sin guardias no dudarán en secuestrarte, y si ellos se enteran el cariño que tú le tienes a esos niños todo se complicará y ellos terminarán en peligro también.
                   
— Eso es absurdo, ellos no van a enterarse.
                   
— Tú no lo sabes.
                   
— Y tú tampoco.
                   
Seokjin arruga su naricita, aprieta sus puños y con su expresión molesta, habla.
               
— ¿Entonces qué? No quieres marcarme, no quieres darme hijos, no me dejas salir sin guardias y no quieres que trabaje en una guardería donde puedo convivir con niños, donde puedo experimentar lo que es el amor puro e infantil que nunca voy a recibir porque tú y tu estúpido trabajo de mafioso no me dejan ¿Qué se supone que soy? Si lo pienso bien sólo me tienes aquí para darte compañía y nada más.
                   
Namjoon niega, totalmente en desacuerdo con el omega.
               
— No es así, no lo entiendes, te estoy cuidando.
                   
— No necesito ser cuidado.
                   
— ¡Lo necesitas! Las personas a nuestro alrededor son peligrosas, desde el momento en el que aceptaste estar a mi lado te pusiste en peligro, ambos lo sabíamos y aceptamos las consecuencias.
                   
— Las acepté porque me prometiste darme una familia, me prometiste felicidad y amor. —las lágrimas aparecen—. Pero yo fui muy tonto al creerte.
                 
— Sabes mis razones.
                   
—¿Entonces por qué me prometiste algo que no podías cumplir? ¿Por qué me trajiste con falsas promesas?
                   
Ambos se quedan en silencio.
               
Seokjin comienza a ver borroso, las lágrimas le prohíben ver con normalidad, pero se niega a sacarlas de allí, no quiere demostrarse débil.
                   
Namjoon en cambio está perdido, sin saber qué responder o cómo seguir con aquello, por suerte para él, quizás no para Seokjin, Chittaphon entra rápidamente a su oficina sin tocar la puerta, en otro momento lo hubiese castigado por tal acción, pero cuando ve las manos llenas de sangre del tailandés y nota la respiración agitada, sólo puede preocuparse.
             
— Le dispararon a Yeosang.
                   
Y Seokjin sólo puede ver como Namjoon sale corriendo junto a Ten, diciendo antes que seguirían luego con todo aquello.

                     Y Seokjin sólo puede ver como Namjoon sale corriendo junto a Ten, diciendo antes que seguirían luego con todo aquello

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ᯓ★𝗘𝗟 𝗢𝗠𝗘𝗚𝗔 𝗗𝗘 𝗨𝗡 𝗠𝗔𝗙𝗜𝗢𝗦𝗢  ▶ 𝗡𝗔𝗠𝗝𝗜𝗡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora