ᴅᴇʀ Qᴜᴇꜱᴛɪᴏɴꜱ

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Roa siempre decía que debíamos ser optimistas, que la vida no se detenía por nadie, así que debías enfrentar tus miedos a pesar de que ella a diario luchaba con su ansiedad, supongo que fue una de las cosas que más me gustó aprender, nunca sabes q...

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Roa siempre decía que debíamos ser optimistas, que la vida no se detenía por nadie, así que debías enfrentar tus miedos a pesar de que ella a diario luchaba con su ansiedad, supongo que fue una de las cosas que más me gustó aprender, nunca sabes que problema hubo detrás de un consejo.

Samantha era la más callada, era un poco obvio que no sería fácil lidiar con un padre abusador, pero aún así, continuamente me preguntaba si yo estaba bien.

Éramos tres, tres desadaptadas sociales que aparentaban estar bien con un gran peso sobre si.

El día que desaparecí, fueron las dos primeras personas en enterarse, los demás no hablaban de ello, era como si nunca hubiese existido y es que bueno, tampoco era tan visible ante el mundo.

Tuvieron que pasar cinco días para que mi rostro empezará a salir en noticieros a lo largo del país, fueron muchas hipótesis las que se dieron respecto a mi desaparición, la que más me gustaba era la idea de que me había escapado para suicidarme por la presión de tener que luchar por mi cuenta para sobrevivir, aunque sonaba fuera de contexto, fue lo que la gente terminó creyendo.

Aún con todo esto, fue a Nash a quien más le afectó. Nash Miller era un chico introvertido fanático de las novelas clásicas y amante de los libros, "La maldición de Eros" era su novela favorita y que más se podría esperar de un fiel seguidor de la mitología.

Nash podría parecer el típico chico sin estabilidad emocional, pero poseía un gran carisma innegable, su único problema solía ser el mismo miedo a socializar, más aún después de varios intentos, logró hacerlo conmigo. Ese día después de invitarme a ver una película junto a él, salió hacia aquél restaurante de comida rápida en donde planeaba celebrar consigo mismo el hecho de haber logrado invitarme a salir.

Mientras esperaba su comida sentado en su sitio, Nash sintió mi mirada y volteó a ver hacia a fuera por la ventana translúcida que poseía nuestro lugar de encuentro, pero... No vio nada.

Cinco días después vio mi rostro en una pequeño noticiero en donde intentaban descifrar la razón de mi desaparición. Nash se recostó sobre su sofá y aún en shock tomó su celular para intentar obtener información al respecto sin lograr obtener nada.

No sé si era lindo o perturbador, pero ésta situación permitió hacer que saliera de su zona de confort, ese mismo día, Nash se acercó a Samantha.

-Disculpa, tu eres Samantha Bermont ¿no? - Preguntó Nash.

-Si, soy yo. Nash, ¿verdad?

-Correcto, disculpa que moleste, pero tengo entendido que eras amiga de Aurora...

-Lo era, si vienes a preguntar cómo todos los demás, no sé nada y no, no creo que haya corrido como cobarde a suicidarse, ella no era así.

-Lo se, yo tampoco lo creo, por eso estoy aquí.

Luego de un prolongado silencio incómodo, ambos decidieron ponerse al tanto de la situación con el único fin de conseguir respuestas.

"¿En donde estaba Aurora?", "¿Por que desapareció?", "¿Esta viva?"

A mi parecer, eran demasiadas incógnitas qué; aunque sin solución, eran demasiado obvias.

En los siguientes días, Nash y Samantha se dedicaron a recolectar información tanto como de mi pasado como de mi presente, llegando incluso al punto de hablar con mi madre la cual intoxicada sólo supo decir:

- ¿Aurora? Debe estar con algún vago de la ciudad, es una escoria, al igual que su padre.

En cierto punto llegué a creer que mi incierta desaparición y posible muerte harían que mi madre entrara en razón y saliera de su pequeño círculo de caos y alcohol, pero simplemente fue una de las tantas que creo una hipótesis absurda y siguió con su vida. Siendo sincera, no esperaba mucho de ella de igual manera y aún así, logró decepcionarme.

Dejando de lado mi falta de amor maternal, Nash logro dar con un par de mis libros que se mantenían en el colegio, "Vieragico", " Entre tú y yo" y "El número de la bestia", siendo este último el más importante ya que en medio de sus hojas se encontraba un pequeño trozo de papel cortado a la mitad, con un montón de números que en ese momento, no tenían sentido alguno.

(Números que se encontraban en el papel:
"01001100 01100001 00100000 01110010 01100101 01110011 01110000 01110101 01100101 01110011 01110100 01100001 00100000 01110001 01110101 01100101 00100000 01110100 01100001 01101110 01110100 01101111 00100000 01100010 01110101 01110011 01110001 01110101 11101001 00100000 01100001 01101100 00100000 01100110 01101001 01101110 00100000 01100101 01110011 01110100 11100001 00100000 01100110 01110010 01100101 01101110 01110100 01100101 00100000 01100001 00100000 01101101 01101001 00101110").

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corrección de texto realizada por AiramRobins.
portada hecha por AiramRobins.

Los invito a leer estas fascinantes historias:

Entre tu y yo.

Autor/a: Amanda_M08

El numero de la bestia.

Autor/a: elhombreimaginario

Autor/a: elhombreimaginario

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