Roa Brown.
Bueno, supongo que el caos ha sido el mayor protagonista hasta ahora, pero ¿qué sería de una buena vida sin un poco de intriga e incertidumbre?
Por extraño que pueda parecer nuestra amistad siempre fue bastante caótica, siempre fuimos mayormente cercanas, pero los problemas siempre estaban presentes como si de una relación disfuncional se tratase.
Samantha, mi pequeña Sam, la conocí en un pequeño parque cerca de mi antigua casa hace varios años, recuerdo que solíamos correr por todo el parque, una detrás de la otra como si fuera una película de policías y ladrones, con el paso del tiempo y en la misma dinámica de hacer todo juntas, empezamos a estudiar en la misma escuela y nuestra lealtad solo incremento con el paso de los días. Pasamos demasiadas cosas juntas, tanto buenas como malas, incluso compartíamos el mismo secreto y así fue hasta que decidió escapar del abuso constante, muchas personas han dicho hasta ahora que fue una cobarde, yo pienso lo contrario. Pasas años soportando un dolor casi infernal, agresiones carnales y días de ayuno, no tienes ninguna salida, tu precaria situación es enfermiza y ninguna plegaria puede salvarte del dolor que te comprime, no hay Dios omnipotente que pueda tan siquiera apartar un poco del incesante trauma vivido, ningún ser sobre el mundo es capaz de lograr algo para acabar con tu constante agonía, comienzas a considerar la muerte como única escapatoria, termina siendo la única solución al dolor que solo incrementa cada día y aun a pesar de tu constante pensamiento suicida enfrentas al mundo con una sonrisa permanente y más que eso, brindas tu amor, compañía y consejos a quienes quieres para que nadie llegue a sentir lo mismo que tú sientes hasta que simplemente un día te cansas, te cansas de la angustia y la constante desesperación, decides hacerlo, cuelgas una cuerda en el techo de tu cuarto y dejas atrás todo.
Lo lograste, estás muerto ¿qué tan sencilla es la muerte para ti?, no sé si realmente consideres que acogerte en los brazos de la muerte sea cobardía, pero déjame decirte que para dejarte ir, debes ser verdaderamente valiente.
Siendo sincera, me siento culpable por lo sucedido, jamás pude hacer nada, ni siquiera estuve ahí para escucharla, no estuve en su último día, me perdí completamente buscando fantasmas y persiguiendo pistas imaginarias, creyéndome detective privado solo por un sentimiento encontrado, después de todo lo que he hecho, verdaderamente no sé si considerarme una buena amiga, Manuel tenía razón, debí haber sido yo.
A Aurora la conocí después de coincidir con Sam en el colegio, conocimos todo lo que vivía y la acogimos como parte de nosotras, no sé si considerar eso como un error, pero el cariño que tuve por Aurora fue increíblemente grande, no existía algo que no fuese capaz de hacer por ella y todo lo que hice o por lo menos intenté hacer fue únicamente para ayudarla, jamás imaginé que terminaríamos en este punto, jamás pensé que el fuera capaz de hacer lo que hizo, quizá confíe de más o tal vez, muy en el fondo, de verdad quería que sucediera.
No fue nada sencillo llegar a aquel restaurante ese día, señalar a Aurora y solo dar la espalda dejándola a su suerte; quizá, solo quizá, nunca debí llegar a su vida, quizá jamás debí acabar con ella.
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Este capitulo esta dedicado a esas personas que perdí a lo largo del camino a causa de la depresión. También a todos aquellos cercanos, allegados y todo aquel que no se sienta escuchado, la depresión nunca será fácil, los considero a cada uno de ustedes un héroe invisible, espero poder ver a cada uno de ustedes y estar presente antes de que se haga tarde.
Gracias por seguir, gracias por la fortaleza, gracias por no rendirse, gracias por ser tan únicos.
A todos los que ya no están, siempre vivirán conmigo, mantendré su recuerdo vivo.
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PERTE | En pausa.
Misteri / Thriller17 de marzo del 2012 en Illinois, Estados Unidos, un día como cualquier otro hasta la repentina desaparición de Aurora Vicent.