Capítulo 4

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Cuando íbamos camino a casa recibí una llamada de mamá en donde me dijo que me dirijera al hospital, ya que no pudo esperar más.

En todo el trayecto hacia el hospital, nos mantuvimos en silencio.

En cuanto llegamos me bajé lo más rápido que pude y entré, sé que Zack venía detrás de mí, podía sentir sus pasos apresurados. No sé porque siento tranquilidad y seguridad al saber que está tratando de seguirme el paso, es algo raro pero intetesante.

Llegamos a recepción y pregunto por Ellie Becker y me informan que está en la segunda planta, sala número cinco, antes de girarme para dirigirme hacia la segunda planta miro a Zack que está agarrando mi mano, no sé en que momento lo hizo, solo sé que se siente bien. Él no dice nada y yo solo asiento y empezamos a caminar.

Al llegar veo a mi mami sentada en una de las sillas que hay en la habitación y a mi bebé dormidita, en cuanto mami me ve se levanta para abrazarme y yo rápidamente suelto la mano de Zack para devolverle el abrazo con más fuerza. Pasados unos segundos nos separamos y ella mira a el muchacho que está recostado del marco de la puerta pero no dice nada.

-Mami es grave, ¿qué tiene?- pregunto algo nerviosa y mordiéndome las uñas.

-Cielo gracias a Dios solo fue un susto, el médico dijo que es una infección viral que va a desaparecer sola en unos pocos días.

-Joder que susto, creo que nunca me había sentido tan ansiosa y nerviosa en mi vida.

-Que podría decir yo. Por cierto, ¿ y ese chico tan guapo quién es?

-Ahh!- me rasco la nuca y lo miro- Mamá él es Zack, Zack ella es Helen mi madre.

Zack estira su mano y dice:

-Un gusto señora Helen- mi madre también la estira y le da un apretón.

-El gusto es todo mío muchacho y por favor, nada de señora, me hace sentir muy vieja y no lo soy- dice y ríe- Mejor dime Helen o Hel, o como gustes. Pero señora no eh?.

Él sonríe y me quedo embobada con su hermosa y deslumbrante sonrisa.

-Nena ve a casa, yo paso la noche con Ellie no te preocupes, ya mañana le dan el alta, solo estará en observación por esta noche.

-¿Estás segura mami?- pregunto algo dudosa- puedo cuidar de ella esta noche mientras tú vas a descansar.

-Lo sé cielo, pero mejor ve y descansa ¿si?

-Vale mami- la abrazo y camino hacia la camilla donde está ricitos de oro y le doy un beso en la frente.

Mamá se despide de Zack y salimos de la habitación. Caminamos en silencio, quiero romper el hielo pero no sé que decir.

-Hey chica grosera no fácil- dice Zack llamando mi atención- Toma mi chaqueta hace algo de frío y no me gustaría que te resfríaras.

-Gracias- sonrío algo tímida y la tomo de inmediato.

-No hay de que- mira al suelo y luego me mira- ¿Te puedo llevar a casa?

-Hombre pensé que desde un principio lo ibas a hacer, digo yo, no sé- él ríe y niega con la cabeza.

-Claro que lo iba a hacer chica grosera no fácil, soy todo un caballero, es más un hermoso y maravilloso caballero.

-Wow cuanto ego veo por aquí, esto no es muy normal, creo que me superas.

-Creo que sí te supero- dice y nos miramos fijamente. Siento ganas de besarlo, de tocarlo y de muchas cosas, pero no es el momento, ni el lugar. Control Sascha control. Me alejo un poco y le digo:

-Eso habría que verlo querido ególatra atrevido.

[~~~]

Cuando estoy por abrir la puerta de casa Zack me detiene.

-Oye, ¿ ni un besito de despedida a este humilde mortal algo ególatra, que cayó rendido ante tus pies en esta hermosa y larga noche?

-Ohh!!, con que a parte de ególatra atrevido saliste poeta- digo y ríe levantando las cejas- Decirte quiero humilde mortal, que esta hermosa diosa no repartirá besos hoy.

Hace un puchero bien tierno y se lleva una mano directo al corazón.

-Eso ha dolido chica grosera, ¿pero sí me darás tu número cierto?

-¿De verdad lo quieres?- me le acerco y poso mis manos en su pecho.

-Todo lo que venga de ti lo quiero.

No me alejo, me gusta esta sensación, me gusta escuchar latir su corazón y sentirlo tan cerca.

-Pues anota humilde mortal.- le dicto el número y veo que me agrega como "Chica grosera no fácil(Diosa)" y río fuertemente.

-Este humilde mortal se irá a dormir más que feliz- pasa una mano por mi cabello y respira profundo.

-Buenas noches humilde mortal- digo y no le doy tiempo a responderme ya que me separo rápidamente para entrar en casa y cierro la puerta.

Subo a mi habitación silenciosamente, me quito la ropa, acomodo la cama, me cepillo y cuando estoy por acostarme siento que mi celular vibra, cuando reviso veo que es un mensaje:

-Buenas noches diosa, cuida de mi chaqueta, es mi favorita - sonrío porque no recordaba que la tenía conmigo y además recuerdo lo que pasó en la fiesta y niego con la cabeza.

Antes de apagar la luz busco la chaqueta de mi hermoso ególatra, me la pongo y en cuanto me acuesto caigo rendida.

Conmigo puedes ser todo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora