☆ Capitulo uno

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Lunes en la mañana
8:19 A.M

‐¡__________!— grito exageradamente una voz chillona, pisoteando por los escalones de madera hasta el cuarto de su hermana, sin calcetines y con la corbata sin arreglar, pateo la puerta para abalanzarse sobre la cama donde dormía ella

— ¡Eli me estas aplastando! — grito ________ intentando salir de las sábanas para dejarla a un lado, Elizabeth, la más pequeña de las 4 hermanas (5 años) se sentó en la punta de la cama arreglando su cabello largo tras aquella emboscada

— mamá dice que bajés, que es tarde...— murmuró antes de bajarse de la cama con cuidado y salir del cuarto correteando

__________ miró rápidamente al reloj, y al ver la hora salto de la cama. Iba a ser un día atareado, ir a la universidad, luego ir a trabajar, luego estudiar y atender de noche, además de las compras y atender a sus hermanas, con ayuda de su mamá.

Se levantó y se dio una ducha corta, luego se vistió y preocupó de arreglar a sus hermanas mientras su madre preparaba el desayuno.

El menú del desayuno no era muy amplio, y bien alimentar 3 bocas no era nada fácil, la madera rechinaba, el frío se expandía por toda la casa y cada vez parecía que la vivienda era demasiado pequeña para 5 personas.

— Elizabeth, quédate quieta. — reclamo ________ tomando en una trenza todo el cabello de la menor

— Eh, yo también quiero trencitas. — dijo Teresa, 3 años mayor que Elizabeth. — se que tengo el pelo hasta el hombro pero vos podes hacer lo que sea ¿no? —

__________ rodeo los ojos, dejando salir un suspiro frustrado — no podemos, Tere, vamos a llegar tarde todos, a la vuelta te hago una. — a lo que Teresa respondió cruzándose de brazos

Al terminar con la trenza de su hermana menor, busco la liga por todos lados, sabía perfectamente quien la había agarrado, su grito se escuchó por toda la casa — ¡Mia! ¿Donde dejaste todas las ligas de pelo? — Mía era la segunda mayor, de 14 años.

— ¡boluda que se yo! ¡por ahí! — anunció su voz desde lejos mientras se maquillaba desde su cuarto.

Iba a ser un día complicado...

Cuando todas ya habían tomado el bus de camino al colegio, _________ se sentó junto a su madre a tomarse algo rápido para salir.

— sabes cariño no es necesario que te exigas tanto, te preocupas demasiado, me siento mal por no poder hacer nada por las nenas...— dijo ella terminando su taza de té

— mami no te preocupes, estoy más que bien, ya me voy — agarro su mochila y una tostada, llevando las llaves a la puerta — chau nos vemos más tarde ma. —

Salió de casa tan rápido como pudo, el frío afuera golpeaba su rostro, las prendas parecían no aportar ningún tipo de calor, las nubes grises y el cielo nublado, ni habían comenzado sus labores y ya estaba agotada.

Tras varias horas de estudio en la uni, ya casi era su turno, la pastelería estaba abierta desde las ocho pero ella, trabajaba desde las 1 hasta las 4, luego de vuelta a la universidad y luego de aquello, tenía un pequeño tiempo libre, ese pequeño tiempo libre lo dedicaba a los estudios para después volver a la pastelería, donde debía terminar entregas, pedidos y atender a la gente que llegaba.

Así que, tal y como habia planeado en su cabeza, fue corriendo y mirando la hora en su reloj cada minuto antes de llegar a la pastelería, al llegar, entró con cuidado haciendo sonar la campana en la parte superior de la puerta, saludando a su colega de trabajo quien limpiaba los muebles antes de retirarse

— ________, hola ¿como estás? — pregunta amablemente con su voz ligeramente aguda pero también un poco ronca, mientras acomodaba su cabello castaño, era tal y como un hombre común, pero tenía unas pecas que cautivaban a cualquiera además de una sonrisa perfecta.

— bien acá, vos sabes Lucas, estos cambios entre la uni y la pastelería...— se rió sarcásticamente — no tengo ni un respiro...—

Él la miró comprensivo, dejando el paño húmedo sobre la mesa — debes tomar descansos, estas haciendo demasiadas cosas a la vez —

La campana sonó, por lo que la breve charla de ambos se tuvo que esfumar, Lucas tomó sus cosas y se marchó no sin antes despedirse de _________

Ella decidió irse rápidamente al mostrador colocándose el delantal simultáneamente, recitando la misma frase de siempre

— bienvenido a la nuestra pastelería tenemos de todas las variedades ¿que desea ordenar? Tenemos entregas a domicil...— dejo toda la charla de lado cuando se dio cuenta de quien era, Angie Velasco, su mejor amiga observaba la vitrina acomplejandose sobre su decisión de que iba a pedir. — ah, Angie, sos vos, ¡hola! — sonrió ampliamente, feliz de ver a su amiga.

— hola boluda, ey, dame ese pastelito de chocolate. Oh, cierto, ¿como andas?— dijo sonriente, borrando enseguida la expresión al ver las ojeras de ________ — ¿eu hace cuanto no duermes? —

— no se Angie, pero estoy bien — soltó con una voz apagada de vuelta, anotando el precio — ¿te pinta algo de beber como... un café? — preguntó seguidamente de un bostezo largo.

— nah, así nada más.
— dale, ¿para servir?
— obvio. —

Pronto Angie pagó y se fue a sentar, a los minutos al ver que la visita a la tienda era algo escasa, _________ fue a sentarse con su amiga a charlar

— ¿que tal está?
— esta exquisito, sabes que me pediría miles de estos boluda, ¡tremenda idea! — gritó de la nada — comiendo 100 pastelitos de la mejor repostera de argentina, na na na...— daba bocados grandes y trataba de masticar rápido y tragar para seguir conversando, ________ le entregaba servilletas y rogaba que fuera más lento.

— Angie, gracias, pero dudo ser la mejor repostera de Argentina...—mencionó entre risas

— Encima que venis de esos países todos elegantes, Francia, aún me pregunto porque chota no tenés novio...— al oír aquello, __________ parecía pensarlo meticulosamente mirando al pastel que comía Angie, claro que había pensado en el romance, pero nunca tuvo tiempo en realidad, desde pequeña tuvo que cuidar de sus hermanas, y dejar su infancia antes para que ellas pudieran vivir la suya.

— en realidad, no he pensado en eso...no debería distraerme, estoy para sacar a mi familia de los escombros, estoy harta de que nos falte comida, de que nos falte abrigo, y que nos falte guita, quiero darle mejor vida a mis hermanas, y en mis horarios no hay tiempo para el amor...— Angie la miró con desaliento

— che podrías ser poeta — al decir aquello ya se había terminado todo el postre — sabés que cuando necesités yo te doy plata no tengo ningún problema — ________ sonrió con asombro

— gracias, siempre me subis el animo. —

La campana volvió a sonar.

— tengo que atender. Hablamos luego Angie...—

Esperaba dar el mismo discurso de siempre, pero de nuevo se pausó, y no porque fuera alguien que conociese.

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mié, 22 de Jun.
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♡‧₊˚ 𝗣𝗮𝘀𝘁𝗲𝗹𝗲𝘀 ⊹ ˖ ࣪ / 𝘚𝘱𝘳𝘦𝘦𝘯 𝘺 𝘵𝘶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora