Día 4

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IDENTIDAD SECRETA



Dick conoce a Bruce.
Se enorgullece de decirlo.

Los cinco años a su lado no han sido en vano y las noches en vela salvando la ciudad han creado confianza entre los dos. Algo más allá de la relación Mentor-Pupilo se ha formado y casi pude decir que es como un padre… algo deficiente emocionalmente, pero lo intenta.

Y por tal motivo puede decir que conoce a Bruce a tal grado que sabe bien que tiene un plan para todo… o casi todo.

Pero hay cosas que ni Batman puede predecir.

—No me gusta Batman...

Dick puede sentir los nervios de Bruce contraerse por tal revelación. Jasson parece genuinamente sorprendido a su lado y Alfred, sentado frente suyo no parece afectado a primera vista.

Bruce por su parte, había dejado de comer y ahora miraba a su pareja como si le hubiera crecido una segunda cabeza.


Hal Jordan, piloto y ex militar originario de Ciudad Costera, y el novio de Bruce desde hace medio año, esta tan tranquilo sin notar la catástrofe que acaba de crear.
Dick no conocía del todo al hombre. Ciertamente no es la primera vez que lo veía.

Aun recuerda aquel viaje de negocios donde Jasson se había salido con la suya y convenció a Bruce de llevarlos. Fue hace más de dos años y Jasson era nuevo en la casa y tal vez por eso Bruce cedió con facilidad.
Fueron buenas vacaciones, pero también hubo horas de aburridas reuniones de negocios. Pero en una de esas reuniones al fin hicieron algo divertido y fueron a la compañía Ferris, donde pudieron observar las acrobacias aéreas que un piloto realizaba mientras Bruce hablaba con la joven dueña de compañía.


Dick conocía en algo a Bruce, y era que una vez que ponía sus ojos en algo nada ni nadie podía impedirle tenerlo, costará lo que costará, sacrificara lo que sacrificara, Bruce siempre obtenía lo que quería.
Y cuando esos ojos azules se iluminaron por un segundo al ver a aquel hombre castaño y bronceado que bajaba del avión Dick estuvo pensando en cómo tendría que llamar al hombre próximamente.


Y aunque le costó dos años, Bruce al fin había conseguido salir con Hal Jordan.
Y es que una relación a distancia era complicada, sin contar  la doble identidad y todas esas cosas de las cuales Dick no puede alardear en público, pero habían logrado llegar lejos, tanto como cenar en familia una noche entre semana.


Hoy era de esos días en que Jasson se sentía particularmente hablador y había hecho tantas preguntas a Hal que casi podía calificar como interrogatorio policial.
Al final la pregunta que había causado el caos mental de Bruce salió tan inocente de la boca de su nuevo hermano.

—¿Qué piensas de la liga de la justicia? Cool ¿no? — era una pregunta sin malas intenciones, Jasson lo juraría más tarde esa noche.


Hal parecía alegre al tocar el tema de los héroes —¡Si! Son fabulosos. —exclamó con una vibrante sonrisa y procedió a señalar lo que le gustaba de cada miembro de la nombrada Liga de la Justicia.


Todo iba bien, hasta que Dick se percató de algo. —No mencionaste a Batman — dijo esperando un buen resultado, pensando, tal vez, que Hal esperara hasta el final para hablar de su héroes favorito o decir algo favorecedor del héroe de la ciudad donde es originario su novio. Dick estaba seguro que Bruce también esperaba algo bueno como respuesta.

Nunca imagino que no sería así.
Con un rostro casi amargo Hal declaró —No me gusta Batman. Muy… idiota.


Dick podía ver la sorpresa amarga oculta en el rostro de Bruce, Jasson tuvo la descendía de parecer sorprendido pero divertido al mismo tiempo y Alfred se guardo sus comentarios sarcásticos para (seguramente) la siguiente patrulla.

Después de unos segundos de silencio Bruce parecía poder continuar la conversación pero fue Hal quien sintió que tenía que dar una explicación y con aire de un adulto explicándole a un niño por que dos más dos era cuatro, dijo:

—Es un vampiro engreído e idiota que no le gusta el sol. Deberías hacer que la policía lo encierre en un manicomio o donde venda ajos. Tks, tonto murciélago.

Ahora si el rostro de Bruce mostró su disgusto. Su entrecejo se profundizó y sus ojos que miraban con calidez hasta hace unos minutos se volvieron fríos, así como su quijada se tenso con fuerza.

Era momento de intervenir.

—A mi me gusta — dijo firmemente Dick dándole una señal a Jasson para que asintiera antes de que Bruce hablara y arruinaría algo.

—¡Si! Golpea a los malos y les rompe los dientes — claro, Jasson adora coleccionar esos dientes y claro tenía que decirlo.

Hal parecía divertido con las mímica de Jasson y Bruce había relajado su mirada al ver con una sonrisa pequeña a su hijo más pequeño relatar un poco de lo que habían hecho la noche anterior. Todo, claro, parecía sólo divagaciones de un chico de 10 años.

—… luego el colmillo salió y cayó justo en la pecera — el niño al fin terminó de relatar y tomando otra cucharada de puré, volteo a su padre adoptivo he hizo una pregunta similar. —¿Y a ti que héroe no te gusta Bruce?

Esa era una pregunta a la que Dick le había dado vueltas en su cabeza desde hace tiempo. Más precisamente desde la recién establecida la JL.

Batman ya había conocido a Superman y Wonder Woman desde hace tiempo, por lógica Robin también los conocía. Sabía bien, que aunque Batman nunca lo diría en voz alta, valoraba y respetaba ambos héroes y estaba seguro que el sentimiento era recíproco.
Tanta es la confianza que se creó entre los tres héroes, que sabían su identidad secreta.

A veces Clark venía a jugar con ellos y Diana hacia de niñera con gusto. Bruce podía asegurarle la premisa a Clark de muchos cosas, así como invitaciones a fiestas exclusivas. También las compañías Wayne era uno de los grandes donadores en la campaña de Worden Woman había creado para beneficiar a los más necesitados.

Eran amigos. Aunque Bruce no lo admitiera.


Pero con los demás de la liga era un misterio. Ninguno había revelado su identidad y Batman fue obligado a jurar por su orgullo no investigarlo. Y lo cumplió. Sorprendente.


Dick conocía el por qué el rostro de Bruce se retorció con disgusto. Conocía bien ese seño fruncido y es que aparecía específicamente cuando hablaba (se quejaba) de alguien.
—Linterna Verde — dijo sin rodeos y la respuesta no sorprendió a ninguno de los que convivían con el héroe gótico.


Sin embargo la cara de sorpresa de Hal era épica. No sólo parecía sorprendido, si no que disgustado y algo herido, ese gesto se profundizó más cuando Bruce dio sus razones.

—Es un egocéntrico idiota que no sabe seguir un plan. Siempre termina estorbando a otros. Tiene suerte de que al final los demás puedan arreglar sus errores antes de que alguien salga herido. —Bruce gruñe de esa típica forma cuando habla de Linterna, a Dick lo hacía preguntarse ¿por qué lo observaba tanto si no le gustaba?

Dick también se preguntó por qué Hal se tomó tan a pecho el comentario y ahora parecía apuntó de llorar y enojado. Demasiado enojado.


—Tal vez si el tonto murciélago lo dejara hacer su trabajo sin ser un ¡mandón! —expresó apuñalado el bistec de su plato, con una furia innecesaria.


Bruce tampoco parecía muy contento con su comida si su forma de moler los alimentos decía algo.
—¿Mandón? Pufff tonterías. Solo hace lo que se supone que debe hacer. Que Linterna no pueda seguir una orden sencilla es su problema que termina siendo el de todos.

—Uy, pero no sea Batman quien se equivoque…

Jasson decidió desconectarse de la conversación mientras que Dick parecía decidido a acabar su cena y salir de ahí.


Jasson estaba seguro que Bruce no tardaría en huir de la discusión y reservará su furia para la patrulla más tarde esa noche.

El menor se preguntó brevemente cuando Bruce admitirá que era Batman ante Hal.

Esperaba que para ese momento Hal también pudiera admitir que era Linterna Verde.

Por que definitivamente no le dirá a Bruce que mire la mano derecha de Hal y no le dirá a Hal qué mire Batarag que está clavado en el techo.
Tampoco contará lo que Roy le confesó el otro día.

No, ellos podrán darse cuenta. Son adultos después de todo.

BATLANTERN 2022 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora