002

210 24 19
                                    

°○°○°○°○°


~ Tengo memorias que viajan como gitanos en la noche ~

[ Porque no tengo raíces, pero este siempre fue mi hogar ]

~ ( ♤ ) ~

— Ya hablamos sobre eso, Luz - sentencia la castaña mayor con los brazos cruzados bajo su pecho, mirada fríamente afilada y sin ninguna pista de que por su mente pasara alguna clase de reconsideracion.

— ¡Pero mamá!, mis amigos me necesitan, no podemos...no puedo...abandonarlos....no de nuevo.. - susurra lo último de una manera en la cual pareciese que su alma ah abandonado su cuerpo, su rostro empalidece y no puede tolerar la idea de fallarle a sus colegas.

La señora Noceda suelta un suspiro de agotamiento, no quiere ser la mala de la historia, pero tampoco desea perder a su hija una vez más...y esta vez nada le asegura que no sea para siempre. Camila tiene miedo.

— Me hiciste una promesa, y debes cumplir siempre tu palabra...

— ¡También les hice una promesa a ellos! Y estoy tratando de cumplir con mi palabra, déjame cumplirlo - exclama con desesperación, el borde de las lágrimas se precipita por las cataratas de sus ojos, y aquella escena parece no conmover ni una sola fibra de la señora Noceda.

— Iras a la escuela, quieras o no - vuelve nuevamente al tema principal.

— Pero...eso...no....al menos deja que vengan conmigo, - intenta negociar, talla sus ojos con sus manos para eliminar los rastros de su deplorable ganas de echarse a llorar - no puedo dejarlos solos, ahora más que nunca me necesitan - implora con un puchero de suplica.

— Mija, esos chicos ni siquiera tienen registros, cómo pretendes que los integre a la escuela? - cuestiona, lleva su dedo pulgar e índice al puente de su nariz y cierra los ojos con un poco de fastidio - pero está bien...veré que puedo hacer, también pienso que esos niños no deben quedarse solos aquí.. - accede, después de todo ella es una enfermera, y nunca se sabe que turnos tendrá que cubrir y por cuanto tiempo estos durarán, dejar niños mágicos sin supervisión era un riesgo el cual no quería correr.

— ¿¡En verdad!? - los ojos de la menor se vuelven amplios y brillosos de emoción, llevar a sus amigos al colegio probablemente no sea la mejor de sus ideas, pues esconder a seres mágicos sería toda una misión imposible, pero ¡hey!, todas esas vece que se vió las películas del agente 007 tenían que servir para algo, no?

La de lentes asintió con la cabeza, resignada una vez más a los caprichos de su hija. Pero debía de admitir que la había extrañado inmensamente.

Desde aquel día habían pasado 2, 2 días en los cuales Luz terminó de contar los sucesos desde un principio a su madre, 2 días en los cuales la desesperación en los cuatro chicos iba en ascenso al no ver alguna manera viable de regresar a casa. Esos dos días serian los primeros de probablemente muchos en los que no verían ni sabrían nada de sus familias y amigos.

S N O W M A N ~ T - O - H ~_ [ Goldric ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora