THE CLUB ODDINARY (◕ヮ◕) HYUNHO

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Su éxito se debe a ser reconocido, primordialmente por su fama, si le debe la vida a alguien en especial, son a esas mujeres a las cuales las complace con fervor y se somete a ellas, él es como su juguete de satisfacción, las mujeres más ricas del país vienen a admirar esa belleza masculina y varonil que este deslumbra, ellas comienzan a gritar de emoción y encanto ante el espectáculo otorgado.

Estuvo en una despedida de solteros en las Vegas, una de las celebridades más famosas quería una noche inolvidable, y él no iba a negarse, no porque eso aumentaba su fama y ser famoso es una gran ventaja en las cadenas de hoteles y clubs más lujosos de países importantes y de primer mundo, trabajar en estados unidos es muy favorable, sin embargo, una propuesta muy interesante se le ofreció en Seúl, mucho dinero de por medio, pero  un país así ... le da algo de intriga ir.

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"Club Oddinary"

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Un club fuera de lo normal, quizás encuentre algo con lo que entretenerse después de todo, no es mala idea, ver a las mismas personas le aburrió. Las ofertas de trabajo lo aclaman más que las chicas que desean devorarlo y clavar cada uno de sus dientes en ese apetecible cuello de porcelana.

— Sam, la hija del primer ministro obtuvo el pase de VIP y quiere conocerte, las chicas no dejan de hablar de tu servicio de calidad.

— No queremos decepcionarla ¿verdad?, me encargaré personalmente de la nena — sacó un encendedor y fumó uno de sus cigarrillos, demásiado cliché para ser él mismo.

No entiende mucho de lo que hace, pero lo disfruta, las mujeres lo dominan cómo si fuese un muñeco sexual y eso es parte del trabajo, siendo su clientela mujeres que sobrepasan los 30 años. Oh es verdad, la hija del primer ministro no es una nena precisamente, suele ser muy caprichosa con lo que quiere, cueste lo que cueste, siempre obtiene todo lo que se le apetece.

— ¿Dos minutos tarde mi amor?, Jinnie, espero un buen servicio cariño~, usaremos cadenas ¿si?, sabes que me fascina ser tu perdición — él no dijo nada, pero sonrió — te quedarás quieto, mami quiere disfrutar ~, pórtate bien Hyunnie — tomó las esposas casi desesperada, las cadenas apresaron sus manos y el suspiró derrotado dejándose llevar por la hembra dominante — No te escuché hyunnie, ¿Mhm? — dijo desabrochando su terno blanco, con rapidez.

— Lo que diga usted mi señora — sus deseos confirmaron la necesidad que sentía, y la lujuria de la fémina fue desatada con tan sutiles y suaves palabras dichas en voz baja.

La noche pasó como una más del montón, una en dónde era sexo por dinero, y dinero por complacer fantasías de féminas que descargaban sus placeres con un hombre jodidamente atractivo y audaz en el ámbito sexual, un hombre que sabía cada maldita técnica para hacer que una mujer quedará totalmente satisfecha y que lo consintiera con más regalías.

El sexo es su especialidad, su servicio solo lo obtienen las personas de grandes billetes dispuestas a pagar su precio correspondiente, y no era para nada económico, más bien sería algo exagerado, pero créeme que todas dirían que valió la pena.

"Ellas tienen toda la razón"

Ese era el mensaje que aprendió en sus años laborando, no, no tuvo hijos, no pensó tenerlos y talvez eso no sea para él. Hyunjin no le va por ahí.

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