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Hyunjin lamenta haber sido un imprudente sin remedio, luego de escuchar y reflexionar lo dicho por la abuela no evitó quedar pensativo unos instantes antes de poder finalmente salir de la habitación compartida de aquella cama hospitalaria - lo otra por fortuna estaba desocupada - se encontró con el rostro perdido de Minho, este parecía ido mirando directamente hacia su persona, pero es como verlo sin enfoque, aún estando en frente tuvo que mover sus manos en frente de él para traerlo en si. El castaño parpadeó reaccionando con algo de verguenza, pero en sus ojos había angustia y miedo, se enderezó e hizo espacio en el asiento para que el más alto pudiera sentirse cómodo al comunicarle lo platicado adentro.

Con un largo respiro Hyunjin aligeró sus hombros para comenzar.

— ¿Te sientes bien? — Lee negó de primera, le faltaba esa facilidad de hablar como comúnmente tenía — ¿quieres salir a caminar para despejarte?, ¿agua?, ¿mojarte la cara?, ¿un medicamento para aliviar un posible dolor de cabeza?

Minho alargó un profundo suspiro, después de todo, contando este matrimonio arreglado, sabía que su abuela apresuró muchas cosas para dejarle en seguridad, claro, dejarle solo , dejarle para no volver nunca ...

Ella era demasiado vieja ya, o así le bromeaba a su nieto cuando le pedía que fuera valiente y dejara de hacerle la vida imposible a los terapeutas con sus sesiones inútiles según los caprichos del menor, ella hizo suficiente y Minho por desgracia, muy tarde se estaba dando cuenta, quizás así su abuelita no tendría una carga mental con la cual lidiar día tras día, sin embargo, su piel y su cerebro no dejaban de ponerse a la defensiva.

—Necesito alejarme de todos, eso es lo que necesito Hyunjin.

Y porsupuesto, no quería ponerse a llorar pero el temor de saber que es probable que su abuela no saliera de ese hospital todavía respirando, ya que ella, por más de miles de intentos de ser evitada por su nieto, no lo dejó a la deriva, su mente solo recuerda a gente con la que está agradecida de por vida, sin duda ella sería quien dejaría un enorme vacío con lo cual no sabe como lidiará de ahora en adelante.

— Necesitamos ser fuertes — Minho lo miró con una cara de burla, como si pedirle eso fuera ofensivo, sonriendo con dolor.

“¿No me estás viendo?, si no fuera fuerte, juro que iría hasta donde está ella y la abrazaría sin importar que luego sienta mi respiración detenerse y mi mente nublarse, pero claro, ante tus ojos solo soy un inútil

— Tú no lo entiendes … — musitó, enojado más consigo que con cualquier otro — eso es lo que hago — se enderezó en su lugar y sin preguntar se levantó para entrar adentro de la habitación ante la vista del rubio que había levantado su mano con tal de decir algo, por lo visto lo haría después, Minho ni siquiera se percató de eso.

Y a decir verdad, talvez no estaba listo para hablarlo, Minho no se abrió como tal para decirle sus más grandes miedos y secretos, o cabía la posibilidad de que esto haya sido hace mucho que ni siquiera lo tenga claro por falta de memoria.

En fin, su consciencia actuaba como un fiscal amedrentando a su acusado, él estaba pagando el precio de aquella culpa, que de primera no era suya, pero si era conocedor de que actuó meramente por impulso, no debió insistir, debió simplemente aceptar.

Soy un completo estúpido

Hyunjin gruñó de frustración alargando un suspiro y negando para sus adentros, miraba el techo para distraerse de imaginar ese molesto panorama que se recreaba en su mente, saber que Minho era tan solo una criatura pequeña teniendo que pasar en carne propia un abuso por la persona que lo crió, ponía su piel de gallina, hasta que comprendió que no podía hacer más de lo que prometió anteriormente.

THE CLUB ODDINARY  (◕ヮ◕) HYUNHO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora