20: La Danza entre las Estrellas

45 3 3
                                    

Mateo Medina Hernández:

Es el Domingo 6 de Junio del 2021. Estoy en una salida especial con mis amigos cercanos, Georgina, Gael, Pedro, Camila y una hermosa chica de la que tengo el privilegio de llamar "mi novia", Isabela. Desde hace meses teníamos planeado viajar al cerro de la ciudad a pasar un buen tiempo de calidad en unas acogedoras cabañas con piscinas de aguas termales. Decidimos ahorrar desde entonces, y acordamos hacerlo el día de hoy pues las fechas son las mejores. Finalmente me he graduado de la universidad. Pedro consiguió un empleo como agente de marketing en una empresa de entretenimiento mexicana. Gael ha recibido un ascenso por su trabajo en el hospital psiquiátrico. Isabela (mi chica) ha recibido varios reconocimientos por sus trabajos artísticos, y ha decidido trabajar como maestra de arte en una escuela primaria. Camila ahora estudiará el posgrado en ciencias... O en lo que sea a lo que se está dedicando, y Georgina... Georgina quiere celebrar con nosotros.

Tan pronto terminó la segunda reunión en la congregación, salimos volando hacia nuestros autos, pensando que de esa manera podríamos evitar el tráfico en el camino y llegar pronto a las cabañas. Nuestra asunción claramente fue errónea, pues muchas personas salen y entran a la ciudad el día de hoy, y eso era algo que debíamos tomar en cuenta, ya que en éstas fechas empiezan las vacaciones. Aunque siendo sinceros, me molesta un poco que la gente decida salir de la ciudad así nomás, cuando apenas nos estamos reponiendo de la pandemia del año pasado. No vaya ser que por la imprudencia de la misma gente se extienda o se nos pida nuevamente que permanezcamos en cuarentena. Espero que la misma sociedad esté consciente de todos los riesgos.

Tal vez te preguntes "¿Cómo pudimos atravesar ésta pandemia poco después de que iniciamos la relación?". Y aún si no te lo preguntaste, te lo voy a contar de cualquier manera. No voy a negar que fue difícil permanecer encerrado en casa por varios meses. Siempre se nos daba un aviso o un estimado del tiempo en cuarentena, pero eran puras palabras dichas al aire, la gente no era prudente, por no decir que muchos fueron idiotas creyendo que era un invento del gobierno, eso provocaba que el virus se siguiera propagando. Por supuesto que tuvimos que aprovechar la tecnología en nuestras manos para poder adaptarnos a ésta época, tomando clases en línea, y trabajando desde la comodidad de nuestras casas. Es algo complejo cuando estudias una carrera donde no solo diseñas, sino que también pones a prueba todo lo que diseñaste, para ver si tus construcciones son resistentes y habitables para una o varias familias.

Debo decir que... Isabela fue un gran ánimo para mi vida en éste tiempo. Contaba con mensajes suyos a diario, desde que me levantaba hasta que me dormía, pero no era como una goma en el zapato que se queda pegado a ti todo el tiempo, sabía cuando darme mi espacio, y pudo distinguir aquellos momentos en los que yo necesitaba privacidad para trabajar, pues ese mismo tiempo lo aprovechaba para ser productiva en sus propias áreas. Tenemos un código entre los dos, y éste consiste en que "Si recibo una llamada, voy a contestarte porque es importante". Esas llamadas no estaban necesariamente relacionadas a una emergencia médica, sino al deseo de querer compartir algo, ya sea nuestra felicidad, nuestras dudas, nuestras ideas e incluso para desahogarnos por nuestras frustraciones y dudas. Hasta el día de hoy, no ha habido momento en el que yo haya ignorado una de sus llamadas o que ella me haya ignorado a mi. Ahora mismo comprendo que lo que digo se puede interpretar a que solo escuchábamos nuestras voces por nuestros teléfonos... Pero la verdad es que nos la pasamos enviando fotos y haciendo videollamadas, porque nos gusta ver nuestras caras aunque sea de manera digital, pues así parecía que en ningún momento estábamos solos.

Y ahora... Volviendo al tema, ya hemos llegado a nuestro destino. Se supone que debíamos llegar en unos cuarenta y cinco minutos, pero debido al tráfico nos tardamos una hora y media. Así que, los muchachos y yo rápidamente bajamos nuestras maletas y preparamos todo para nuestro hospedaje mientras dejamos que las chicas se relajen.

La Luz de la Luna RojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora