Parte 1 "Solo Un Poco"

3.8K 53 11
                                    

Holi, soy yo de nuevo...

Al terminar mi primera historia, la verdad no sabia muy bien que hacer, por lo que me aleje un momento de esto.

Ahora, les traigo esta no tan pequeña historia, la cual inicio como un One-Shot, pero termino por ser demasiado extensa para quedarse hasta ahí.

Sin mas, espero disfruten esta primera parte.

...

Tras algunas horas de navegar por internet, Romina se llevó las manos a la cara, se talló los ojos ligeramente con el lomo de sus manos, y las volvió a poner en el teclado de su vieja laptop.

Estaba cansada, era más de media noche y aún tenía algunos pendientes que terminar.

Aún así, ella estaba empeñada en encontrar un anuncio de empleo, el que fuese, mientras le sirviera para pagar su no muy barata escuela.

- Maldita sea... ¿Que acaso nadie necesita nada en esta ciudad?

Dijo para si misma.

Ella vivía sola en un apartamento bastante pequeño en tamaño, pero no tanto en precio, por lo que no tenía problema en hablarse a sí misma.

- Y aún no he terminado con todo eso...

Mencionó alzando la vista detrás de su laptop, en la mesa del comedor, observando sus libretas abiertas y abandonadas a media sesión de estudio.

El estrés la consumía poco a poco. Incluso tenía casi todas las luces apagadas, exceptuando la luz amarilla y cálida de la cocina detrás de ella, que alcanzaba a iluminar su espacio sin dejarla ciega en el proceso.

- Iré por algo de comer. Esto me está siendo imposible. Después de la cena, un postre me vendría bien.

Comentó ahora, levantándose de su silla y dirigiéndose a la cocina, buscando algo que masticar.

Ella recordaba haber traído algunos panquecitos que le había comprado a una compañera suya en la universidad, quien los vendía también para ganar algo extra.

Llegó a la barra de la cocina en unos cuantos pasos, y encontró la bolsa de papel marrón con los deliciosos manjares dentro. Tomó uno y volvió a su silla.

Ya sentada, quitó con delicadeza en suave plástico que envolvía al postre chocolatoso, y sin más... dió un mordisco.

El sabor a chispas de chocolate y pan dulce se mezcló en su boca, lo que la hizo por un momento olvidarse de su estrés.

- Uff... Que delicia. Quizás debí empezar la sesión de estudio con uno de estos... En verdad que es genial.

Comentó mientras apartaba el papel de molde de debajo del suave postre para seguir comiéndolo.

En eso... Ella volvió a preocuparse por otro tema:

- Aunque... Creó que no sería lo mejor...

Susurró en un tono apagado, abriendo los ojos del encanto azucarado.

- Seguramente es delicioso por toda el azúcar que tiene... Y yo...

Sin terminar esa frase, bajó su vista hasta su cintura. Sus manos bajaron también para levantar el borde de su camisa holgada que usaba de pijama.

Lo que encontró debajo la puso algo nerviosa y preocupada.

Vio una panza conformada por algunos rollitos de gordura brotando a ambos lados de sus caderas, siendo contenidos levemente por el tirante de su short deportivo, el cual Romina aceptaba apenada no haber usado para deporte en varias semanas, y solo se lo ponía en las noches para dormir cómoda.

Una Madrugada AzucaradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora