20. No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes

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"I'm everything they said I would be, I brought
you down to your knees. 'Cause they say that misery
loves company. It's not your fault I ruin everything,
and it's not your fault I can't be what you need. Baby, angels like you can't fly down hell with me".

-Angels Like You, Miley Cyrus.

—¿Qué te ha parecido Leah? —le pregunto, mirándola a través del retrovisor.

Veo que se encoge de hombros, mientras viste a su Barbie con unos vaqueros y un vestido morado chillón.

—Me cae bien.

Sigo mirándola. Se ve que habla enserio, muy a pesar de que se encontraba renuente de conocer a la mujer con la que Peeta va a casarse.

No creí que fuera buena idea, pero Leah insistió en que nos viéramos para comer. Quería conocer a mi hija, y se portó de lo más genuinamente amable con ella, a pesar de que Willow no parecía muy contenta de verla.

Mi hija se la pasó casi todo el rato ocupada con su Barbie mientras Leah y yo hablábamos. Pero respondía educadamente cuando mi amiga le hacía preguntas.

Tengo la sospecha de que Willow tenía la idea de que Leah sería como la madrastra malvada de Cenicienta, a pesar de que jamás le he dado a entender que ella será su madrastra. Pero Leah es tan dulce y buena, que sabía que iba a caerle bien. Y me quedó claro cuando ella insistió en comprarle a Willow un pastelillo Kinder de chocolate cuando salimos del restaurante. A Willow se le iluminó la mirada cuando se lo dio, definitivamente se la ganó con eso.

Fue bueno verla. Todo iba bien hasta que tocó el tema de Peeta. Hasta a ella parece causarle pesar hablar de él. Por lo poco que dijo, parece que él sigue siendo un problema. Están viviendo separados. A penas y se hablan, pero parece que la boda sigue en pie, ella insiste que sólo es una etapa. Dice que todo mejorará, porque se aman.

A veces envidio su infinito optimismo, pero igual creo que a veces puede llegar a cegarte bastante de la realidad.

—Ella fue mi mejor amiga desde que tenía tu edad —le digo.

Me mira con sorpresa.

—¿De verdad?

Asiento con la cabeza.

—Si, ella fue prácticamente mi hermana. Jugábamos juntas y también hacíamos bastantes travesuras.

—¿Cómo Emily y yo?

Me río.

—Si, igual que ustedes.

Aparco el coche frente a la casa. Bajamos, y dejo que Willow entre primero.

Mi celular vibra, veo que es Gale.

Me aparece una sonrisa en la cara casi al instante.

Hace unos días, él se puso en contacto conmigo y salimos a almorzar. Todo salió bastante bien, no parecía molesto. Fue como si todas estas semanas no hubieran transcurrido. Me platicó de sus viajes, y también dijo lo mucho que me echó de menos, que durante todo este tiempo no pudo dejar de pensar en mí.

Había olvidado lo bien que me la paso con él. Lo relajante que es hablar de todo y de nada a la vez.

¿Qué dices de salir a cenar esta noche? Paso por ti a las 7:00.

¿Cenar?

Pienso en declinar la invitación, pero mentiría si dijera que no tengo curiosidad de ir con él.

Nosotros no [Everllark] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora