Capítulo 3~

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POE VERNE

A la mañana siguiente

Me preparo con una sudadera blanca y unos jeans de color azul algo rasgados en la parte de las piernas, me coloco dos anillos de oro, delicados pero masculinos; para recibir a las cinco chicas que se van a presentar para ver cuáles o cuál se quedará con el trabajo de empleada doméstica. Bajo las escaleras y escucho que tocan el timbre me dirijo a la puerta les abro y ahí están las cinco chicas, todas luciendo presentables, pulcras y con un aire de frescura, todas son presas, no son del noveno mes; las invito a que pasen al interior de la casa y nos dirigimos a la biblioteca ya que allí hay una oficina muy grande, nos ponemos cómodos y empiezo a preguntar cosas personales que no interfieran con el trabajo y etc; llamo a la primera, es una pelinegra alta, delgada pero que trae un aire muy seductor, su trasero y muslos son muy generosos y es algo que a mí en lo particular me vuelve loco, tiene cuerpo de modelo, sus ojos son de un celeste muy tenue que parecen casi gris claro, es soltera tiene 19 años, su nombre es Sabrina y necesita el trabajo para pagar su universidad; de todas es ella junto con una rubia me llaman la atención y se ven que son disciplinadas así que las contrato. Terminada la jornada de contrataciones voy a mi despacho a revisar unos archivos y correos de las bibliotecas dónde soy gerente y al terminar con eso salgo de allí a arreglarme para almorzar, bajo a la cocina y me encuentro a un par de personitas hablando muy pero muy cerca y es que mi querido amigo Damián tiene arrinconada a mi pastelito en el muro de la cocina parecen estar teniendo una charla cargada de mucha tensión y no se a ciencia cierta si ya pasó algo entre ellos en el ámbito sexual, pero mi instinto me dice que no.

En la noche...

Visto un traje a la medida de color azul marino, un reloj de oro blanco adorna mi muñeca izquierda, dejo mi cabello despeinado pero a la vez perfecto sin que dañe la estética que tengo por el traje que traigo puesto; bajo la escalera son las 8:00 pm y espero ansioso al pie de la escalera a que Eris baje, me distraigo un poco en mi celular veo que son las 8:05 pm y no sé si es que soy muy apegado a la puntualidad o es que me preocupa que la peliroja allá decidido no ir, veo una sombra bajando por la escalera levanto la mirada y la veo a ella, la piel se me eriza con ver el vestido azul marino ceñido a su cuerpo en la parte de la cintura pero suelto de allí para abajo, está perfectamente combinado con mi traje y hace contraste con su cabello similar al fuego, parece que la maquillo un profesional, y su cabello está espectacular en unas ondas delicadas.

cuando llega casi al pie de la escalera en dónde estoy yo estiró mi mano para que me ofrezca la de ella y lo hace, la tomo y le doy un beso en el dorso de la mano y ella solo rie por lo bajo.

— Estás realmente hermosa , te superaste a ti misma –le digo con una sonrisa en el rostro.

— Gracias Poe, estamos casualmente combinados y me alegra saber que no voy mal vestida para la ocasión.

— No vamos a pasar desapercibidos, pero para eso reservé una zona algo aislada con música muy tranquila sin los murmullos y risas de la gente –le informo.

— Vámonos tengo hambre y no vaya a ser que lleguemos tarde o perdamos la reservación –me toma del brazo y nos dirigimos a la puerta principal.

Al abordar al auto nos ponemos en marcha y escuchando The Neighbourhood vamos a nuestra parada final, Eris canta las canciones con mucho sentimiento y me dice que es una de sus bandas favoritas, yo simplemente la miro de reojo disfrutar de las canciones y me causa una sensación extraña de satisfacción el saber que ella está cómoda y no está tensa ni pasando un mal rato...

Al llegar a el restaurante de comida Italiana bajo del auto y lo rodeo para abrirle la puerta a Eris, ella me agradece y se engancha a mi brazo, cualquiera pensaría que somos pareja y eso es irónico sabiendo que la peliroja es la que siempre me anda advirtiendo cosas sobre no acercarme demasiado a ella, doy mi identificación al vigilante y le muestro el ticket para que nos dirija a nuestra mesa.

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