Capítulo 7

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'Se siente bien.'

Aria pensó que la acción de acariciar a alguien en la cabeza era algo simple, pero sorprendentemente se sentía muy agradable.

'Supongo que por eso los sabuesos seguían llamando la atención del Gran Duque para que los acariciaran.'

Aria observaba la mano de Diana con ojos brillantes en cada caricia.

"¿Le molestaría si acarició su cabeza de vez en cuando?" Preguntó Diana dulcemente.

Aria sostuvo su carta diciendo [No.] y la sonrisa de Diana se ensanchó más.

La pequeña siguió viendo la mano de Diana con emoción y anticipación, así que la sirvienta no podía evitar reírse ante la inocencia de Aria.

"¿Por qué estabas mirando por la ventana?"

[Las flores afuera son preciosas.]

Aria apuntó a la ventana con la pluma en sus manos. El jardín estaba bellamente adornado con lechos y flores de vibrantes colores.

[Puedo ver las flores. Me gustan las flores.]

El Conde solía tenerla encerrada en el ático de la mansión, así que ella solo podía ver desde lejos el bello escenario.

Podían ser aburridas e inútiles para otros, pero para Aria, las flores simbolizaban su esperanza por vivir.

"Ya veo, así que a la joven señorita le gustan las flores." Ella sonrió. "Bueno, hay un montón de flores raras y bonitas en la mansión..."

'Flores raras y bonitas...'

Aria pasó toda su vida confinada, así que ella nunca había oído la frase »flores raras« ella no pudo evitar sentir curiosidad.

Ella miró a Diana con ojos suplicantes.

"Ay, si la señorita me ve con esos ojos..." 

'Simplemente la miré con ojos de cachorro, pero pareciera que acaba de ser atacada por algo.'

"Está lloviendo ahora mismo, pero ¿Le gustaría irse familiarizando con el jardín?

Aria asintió fervientemente.

"¡Muy bien! La vestiremos con algún traje bonito de los que le empacaron entonces." Diana ordenó a las otras sirvientas que trajeran el equipaje de Aria.

"¿Cuál de estos adorables vestidos suele usar?"

Todos esos vestidos eran nuevos, de hecho...

Las ropas que Aria solía usar eran... trapos.

'Pero no puedo simplemente decirle eso...'

Ella dudó un momento, pero decidió responder con la verdad.

[No he utilizado ningún de esos vestidos. Mi padre los compro antes de venir aquí.]

La expresión de Diana se oscureció.

"Viéndolos bien... estos vestidos carecen de clase y estilo, no son dignos de la señorita."

'¿Eh? ¿Acaso no había dicho ella recién que eran adorables?'

"¡La creación y el diseño son de una calidad tan pobre! No es aceptable ¡La señorita de Valentine no va a vestir esta cosa!"

'¿En serio?'

Diana hizo parecer que El Conde no era más que un tacaño inútil que no podía comprarle a su hija ropa bonita y solo le compraba trapos.

"Llamad a las demás sirvientas, tomaremos las medidas de la joven señorita." Instruyó ella velozmente.

Me convertí en la familia del villanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora