sentimientos de plástico.

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¿No vives con el miedo de ver algo que pueda perturbar tu mente a partir de ese momento en que lo ves? Hay personas que viven con el miedo constante de aquello, desearían arrancarse los ojos para dejar de guardar secretos en la mirada

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¿No vives con el miedo de ver algo que pueda perturbar tu mente a partir de ese momento en que lo ves? Hay personas que viven con el miedo constante de aquello, desearían arrancarse los ojos para dejar de guardar secretos en la mirada. Y Thrine desearía haberse arrancado los ojos desde que vio como la figura de su padre penetraba con agresividad a Karlie Monasschter, quien gemía con desesperación y pedía más dopamina de la que recibía; su respuesta fue despiadada y cruel al mirar aquellos ojos pesados que traspasaban su piel. Así que comenzó a incitar a Maximiliano a comerle los pezones, mientras recibía amor en su intimidad con ayuda del miembro del contrario.

El peliblanco dejó de tener una mirada consciente. ¿Realmente alguna vez aquella mujer había sido linda con él? Todas sus discusiones terminaban en golpes, y sus discusiones eran todos los días. Había tardes en las que tuvo que cubrir sus moretones con maquillaje, y noches en las que tenía miedo de su propia pareja. No podía tener amigos, no podía ir solo a la escuela, y tampoco podía comer el almuerzo con alguna otra persona.

Thrine, perdido en sus pensamientos, se colocó en forma fetal dentro del closet del pequeño cuarto que había en el sótano, y comenzó a recordar la primera vez que besó a la Monasschter.
Se sintió un mar de emociones, ambas eran adolescentes que tenían hormonas parecidas al humo, y necesitaban callar esas voces que decían que lo que hacían estaba mal. Fue así que después de ese beso, la vida de ambas se entrelazaría para desgracia de Thrine. Quisiera o no.
Muchas veces intentó alejarla, pero ella terminaba haciendo que su relación fuera más asfixiante, tanto que Thrine sentía como si siguiera en una relación con ella, y sufría de alucinaciones diarias, aparte del miedo a que regresara alguna vez. Para su felicidad, seguía enterrada en un cementerio lejano, en Florida.

Y seguiría ahí mucho tiempo más.

Y seguiría ahí mucho tiempo más

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𝐸𝑙 𝑚𝑎𝑟 𝑑𝑒𝑙 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑜𝑦 𝑝𝑟𝑖𝑠𝑖𝑜𝑛𝑒𝑟𝑎 𝑚𝑒 𝑎𝑡𝑎. - lesb (𝐂𝐅)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora