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Los trillizos principales habían desparecido de la nada por semanas, sin importarles sí rompían corazones, sí bajaban notas o sí hicieron que perdieran títulos en deportes. No importaba. Cuando bajas sólo queda subir, y ellos comenzaban a subir.
En esta vida para subir, necesitas vender una imagen, que aunque no sea la tuya debería ser una que merece ser seguida, así son las cosas. Y el padre de los Thorn sabía vender todo tipo de imágenes, en especial la de sus hijos. En este momento era el de Thrine, y había modificado su esencia para hacerla más brillante de lo que era.
No era noticia nueva que la única hija del poderoso Thorn era destacable, y fue su punto clave para vender una imagen todavía más buena. Cortó su cabello tan corto que los rulos de Thrine ya no existían, también resultado del descoloramiento para hacer que su cabello fuera blanco como la nieve, y era notorio que las hormonas ayudaron al nuevo cuerpo que ya estaba puliendo.
No era el único destacable. Había noticias nuevas por doquier.
Thrindell había dejado el tabaco. Su piel radiante delataba que había adquirido nuevos hábitos, y su negro cabello lleno de rulos solo dejaba apreciar el parecido con Thrine y Thrindall.
Thrindall había regresado. Lucía menos cansado y más enérgico; lo delató el cuerpo más definido que ahora tenía. Sus ojeras desaparecieron, su sonrisa era más gentil y su carisma había regresado.
Pero más importante, los Thorn habían regresado en su mejor versión, y eso significaba que todo lo usarían a su favor.Aunque eso implicara callar sus bocas para guardar sucios secretos.
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𝐸𝑙 𝑚𝑎𝑟 𝑑𝑒𝑙 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑜𝑦 𝑝𝑟𝑖𝑠𝑖𝑜𝑛𝑒𝑟𝑎 𝑚𝑒 𝑎𝑡𝑎. - lesb (𝐂𝐅)
Romance𝖡𝖾𝗅𝗅𝗈𝗌 𝗋𝗈𝗌𝗍𝗋𝗈𝗌 𝗍𝖾 𝗌𝗈𝗇𝗋𝗂́𝖾𝗇 𝗉𝖾𝗋𝗈, ¿𝖾𝗌 𝗎𝗇𝖺 𝗌𝗈𝗇𝗋𝗂𝗌𝖺 𝗀𝖾𝗇𝗎𝗂𝗇𝖺 𝗈 𝘀𝗼́𝗹𝗼 𝗯𝘂𝘀𝗰𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗿𝗲𝘀 𝗹𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝘃𝗲𝗻𝗱𝗲? Segundo libro cronológicamente; conexión fallida. Situada en el año 2019, en...