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La discordia reina en todos los lugares a su vez, pero, ¿qué pasaría cuando los opuestos desean un acercamiento? Probablemente choquen entre sí para dejar un caos por donde quiera que pasen.
—Espera un momento. –reprochó la de cabellos rizados, y harta de la actitud excéntrica de la otra, mordió de la manzana que tenía en una de sus manos.— ¿Acaso no entiendes qué te puedo romper la cara? deberías de temblar sólo por el hecho de que te dirija la voz. –aceptó Thriline, hasta que sintió baba recorrer su cara. Le habían escupido.
—Pero, ¿qué harás al respecto? –respondió retandola, poniéndose de nuevo frente a ella. No le tenía miedo, y se encargaría de hacerla caer.
—¿Qué haré al respecto? –regresó la pregunta pero la saliva resbaló, cayendo por su frente, y con la punta de sus dedos evitó que siguiera bajando. La manzana había caído al suelo, y no era de la importancia de Thorn.
Ese odio, esa rivalidad formada por sus familias se comenzó a hacer presente, rompiendo cualquier muestra de afecto que intentaron formar.
La de cabellos rizados le empujó con agresividad, lo qué erizo la piel de la rubia, regresandole el movimiento, haciendo que la otra cayera directamente al piso, en dónde la otra se subió encima de ella, tomándole de los hombros para que no se levantará.
—¿Qué harás al respecto? ¡te estoy preguntando! –Karlie volvió a gritar, tomando del cuello de la camiseta sin cuidado alguno, tratando de alzarla con ayuda del cuello de la ropa.
En sus adentros, Thriline estaba al punto del colapso, nunca habían llegado a su límite. Con toda la fuerza que pudo tomar, levantó su pelvis, con el impacto logró que se resbalara la de cabellos rubios.
Sangre comenzó a salir del cuello de la de cabello marrón y gritos desgarradores se escucharon a través de toda la cafetería al ver como Karlie encajaba sus uñas en Thriline.
Los demás jóvenes se alertaron, nunca había sucedido algo similar. Tomaron a Karlie de los hombros, quitando su cuerpo de encima del otro cuerpo, separandolas. Sus uñas se habían empapado junto su camiseta, con diminutas gotas de sangre.
-Joder, no..-respiró hondo, la pérdida de sangre repentina hizo que sintiera un mareo, haciendo que ella estuviera en su límite. Se levantó del suelo, aunque la sangre corriera por su camiseta color blanco, tomó bruscamente de las mejillas a la otra, quién sólo por unos momentos se contuvo.—Tu familia va a caer por la mía, y estaré ahí para recordarte lo basura que eres. –susurró, cerrando con una sonrisa.
—¿Estás bien? –cuestionó un chico cercano a Thriline, mirándole con temor.
-S..-intentaba responder pero la respiración agitada no desaparecía.
Un delgado cuerpo cayó sobre el frío piso.
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𝐸𝑙 𝑚𝑎𝑟 𝑑𝑒𝑙 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑜𝑦 𝑝𝑟𝑖𝑠𝑖𝑜𝑛𝑒𝑟𝑎 𝑚𝑒 𝑎𝑡𝑎. - lesb (𝐂𝐅)
Romans𝖡𝖾𝗅𝗅𝗈𝗌 𝗋𝗈𝗌𝗍𝗋𝗈𝗌 𝗍𝖾 𝗌𝗈𝗇𝗋𝗂́𝖾𝗇 𝗉𝖾𝗋𝗈, ¿𝖾𝗌 𝗎𝗇𝖺 𝗌𝗈𝗇𝗋𝗂𝗌𝖺 𝗀𝖾𝗇𝗎𝗂𝗇𝖺 𝗈 𝘀𝗼́𝗹𝗼 𝗯𝘂𝘀𝗰𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗿𝗲𝘀 𝗹𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝘃𝗲𝗻𝗱𝗲? Segundo libro cronológicamente; conexión fallida. Situada en el año 2019, en...