Ha pasado más de un año desde que nos vimos por última vez. Me gustas, tu voz, tu risa, tu humor negro y sarcástico. El sonido de tu guitarra al pasar tus dedos. Extraño tenerte... Te deseo aún, ¿qué tienes de especial? ¿Será tu cabello? O quizás tus manos... Puede que tus besos y un poco de esa actitud que me engancha y detesto.
Por qué sigues perturbándome incluso luego de irte un año. Qué clase de hechizo tienen tus ojos que en su oscuridad yace mi alma atrapada, entre filosas melodías de tu voz al cantar.
Te quiero para mí. Aunque yo ya tenga a alguien más. Quizá solo extraño eclipsar lo demás. Quizá no te quiero ya.
Quizá...
Quizá...
Quizá...
Había olvidado lo atrapante que eres, me enredaste otra vez, entre risas y recuerdos bobos de cuando éramos amantes en silencio antes del otoño.
Me dirigiste con un discurso dulce y nostálgico, pero no buscas más que un atajo. Envuelta en tu red me encuentro rendida al acercarme lentamente. No soy más que una presa en desgracia que será devorada inminentemente. Te acercas recurriendo a mi compasión, tal como lobo disfrazado de oveja, te dejo entrar creyendo tu inocencia. Aunque en el fondo sospecho del peligro que te rodea, lo ignoro con tal destreza como si no existiera.
No buscaste en mí amistad alguna, ni una conversación amena; quieres mi atención y afecto para llevarte a cuestas, como un vil ladrón que desfalcó mi corazón. Esta vez lo noté antes de que me consumieras. Ahora solo queda decidir si quedarme o ignorarte. El invierno sigue y tu cálidas palabras me tientan a permanecer un rato más...
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Diario de un idilio de verano
Romance"Ya pasé página" es lo que diré cuando me pregunten por ti, es lo que me repito cada vez que deseo escribirte. Te conocí en primavera, nos enamoramos... Yo me enamoré. Nuestro amor era como una llama refulgente en el verano, pero en algún momento de...
