↳ Cuatro

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Capítulo cuatro: Cualquier cosa que necesites, lo tienes.

—¡Te dije que te quería al margen de esto! —una vez más, me recriminó Mura.

—¡Yo sabía que algo malo iba a pasar por tu maldita impertinencia! —le respondí con el mismo tono prepotente con el que llevaba hablándome desde hace casi una hora— ¡Y mira lo que ha pasado!

—Oigan —mordió su labio la rubia—. ¿Son pareja o algo así? —soltó la bomba, con las mejillas en tono sandía totalmente extasiada de nuestra calurosa pelea.

—¡No! —respondimos Mura y yo al mismo tiempo. En realidad, me hubiera dicho fascinado decir lo contrario.

—Tomura Shigaraki y señorita Sonority —presté mi atención a Black Mist, quién recién despertaba de su inconsciencia, intentando calmar el ambiente. Agradecí en mi cabeza mil y una veces que Giri haya recordado el apodo que solía usar mi padre y el mismo con el que All For One me nombró; me acababa de recordar la importancia de mi anonimato—, deberían calmarse. Lo único que hacen es amargar más la situación.

—¡No, no lo haré! —las venas en el cuello de Mura estaban tan sobresalidas que parecía que en cualquier momento explotarían.

En cierta manera, comprendía su situación; no tenía a su maestro, no tenía nomus, no tenía nada más para ejecutar ningún plan ni ahora, ni en un futuro cercano. Estaba desconcertado, su maestro siempre era el que le decía que hacer y ahora ya no estaba; me recordaba la vez que mi padre murió, me sentía tan inútil en un mundo que nunca se detiene.

Ni Mura ni yo pudimos despedirnos apropiadamente de nuestras figuras paternales. Tanto que no pudimos resolver y tanto que nos pudieron explicar. Mi padre se fue a la tumba por mi culpa y con él, se fueron todas mis respuestas; podría asegurar que Mura experimentaba todas y cada una de las emociones que sentí hace 4 años ante la muerte de mi padre, solo que con su maestro.

—¡Todo es tu culpa! —entró en la primera fase: negación. Estaba negando la culpabilidad de sus actos y culpándome de sus acciones.

—¿Mía? —le dije incrédula—. ¿Bromeas, no? —seguí con mi vacilación, ¿y este quién se creía como para culparme de su estúpido plan?—. ¡Yo vine a salvarte el trasero y cumplí!

—¡¿Y quién te pidió que lo hicieras?! —segunda fase: ira.

—¡Pues tú!

El resto de los presentes solo veía de un lado a otro como Mura y yo peleábamos a gritos. Movían la vista cada que uno hablaba, temerosos de siquiera respirar ante la pesadez del contexto que se había creado. Menos a Dabi y a Toga; a Dabi le daba igual y Toga disfrutaba la pelea, era como una telenovela coreana en su punto clímax.

—¡¿Sabes qué?! —el peliceleste se calló, esperando la respuesta. Toga suspiró emocionada—. ¡Me largo! Dile a tu maestro que no podré cumplir lo que me pidió, ¡si es que puedes! — molesta, comencé a caminar en el sendero rocoso del espantoso bosque donde estábamos.

¡Estúpido All For One, ni siquiera pudo llevarnos a un lugar cómodo!

El portal que abrió por medio de Black Mist nos arrojó en el corazón de un frondoso bosque, las luces de la civilización estaban a kilómetros de distancia; desde nuestras coordenadas, se veían como pequeñas luciérnagas de colores. Podría pedirle a Giri que me llevara a casa, pero obedecía a Mura, y existía una posibilidad de que me negara la petición. No dejaría que pisara mi ego nuevamente, nah.

—¿Qué? —preguntó Mura.

Yo había avanzado unos metros, pero había escuchado excelentemente su pregunta, al igual que sus pasos entre las hojas secas y haciendo crujir algunas ramas en el suelo. Mura me tomó de la muñeca a excepción de su meñique; frenándome en seco, haciendo girar mi cuerpo por la primera ley de Newton, lo tenía frente a mí y lo miró a los ojos esos preciosos ojos rubís que añoraba desde niña.

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⏰ Última actualización: Apr 01, 2023 ⏰

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Ugly boy. ↳ [tomura shigaraki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora