Querido Gilbert Blythe

Dulce invierno pelirrojo

-Pero por que dudas de mi amigo, que no ves como nos dejo ella.

-Si, no se ven bien. Deberían ir a cambiarse a sus casas-dice diriendose hacia el tonto grupo de chicos con una mueca de disgusto en su rosotro.

-Es que no entiendes, ell...

-Si lo se, se nos hace tarde. Jesse y yo nos adelantaremos, los veo ahí.

Dudaba si ir con el por que estaba excesivamente nerviosa, el solo volver a verlo me hace sentir como sin hueco en mi corazon se volviera a llenar. Inmediatamente los dos comenzamos a dirigirnos a la escuela por suerte esta vez no nos seguía nadie y solo podría agradecida por haberme podido librar de esta.

-Jesse que fue lo que paso, ¿Estas bien?-lo miro asombrada y me distraigo por unos instantes.

-Solo le di su merecido.-murmuro sin interes.

-Ya te había tenido que tener harta.

-Algo así, supongo que sabes como es-

-Por lo mismo, lo que hiciste fue estúpido. Estando sola y provocando a ese grupo sin neuronas.-Aunque me quedaban huecos mentales debido a las palabras confusas que usaba Gilbert algo si me quedo claro, lo que sea que ellos me iban a hacer me lo busque.

Detuve mi paso al escuchar sus ultimas palabras, lo mire boquiabierta, mientras que buscaba expresion de mi parte y no dije nada, no entendia por que era asi y por que el mundo era asi y sobretodo para las mujeres.

Volvi a tomar mi camino pero mas apresurado, dejandolo atras mio sin percatarme de su paradero.
Me inunde en mis pensamientos a tal punto que no escuchaba a nada ni nadie a mi alrededor.

Por fin sentía la seguridad de llegar a la escuela, dulce y acogedora. Algo me sobresalata mentalmente y es que Gylbert se apresurara y abriese la puerta del salón esperando que yo entrase primero. Lo miro a los ojos desconsertada por unos segundo y me dirijo a los percheros a dejar mi abrigo.

-No fue mi intencion decirlo de esa manera, ellos no tenian por que ser unos idiotas y si quiera pensar en hacerte algo malo- susurra suavemente, quitandose su abrigo y colgandolo justo a lado del mio.

De momento siento algo de nervios ya que siento las miradas de ciertas de mis amigas y a la vez se escuchaban distinguidos susurros que aun no llegaba el grupo de Billy. Es ahí es cuando me abofetee mentalmente, el profesor iría inmediatamente con mi madre y mi vida estaría arruinada.

Cuando porfin habia elegido mi resultados de palabras hacia Gylbert el ya se habia ido a su asiento junto a Moody, probablemente creyendo que lo habia ignorado.

Apesar de haber llegado algo tarde siento algo diferente y rápidamente mi ojos captan de donde proviene, de un cabello rojizo y largo, era algo completamente diferente para mi ya que aquí se tenia mala fama de las pelirrojas, pero ella parecía inofensiva.

Me sente a lado de Ruby Hale sin importar lo de mas que estuviera pasando.

-¿Por que llegaste con Gylbert?

-Me lo encontré en el camino y nos venimos juntos.

-Es extraño que ahora que tu llegas, Billy no este aquí, ni Nicholas.

-Ni idea que fue de ellos, ojalá estén bien.- y aun dudando de mi, Ruby hecha un último vistazo y sigue tomando las notas del pizarrón.

-¿Y ella quien es?-susurro disimuladamente mientras intento descifrar que era lo que estaba explicando el profesor antes que llegara.

-Es Anne con una e, de Green Gables.

-Espera ¿Los Cupbert?, ellos no tienen..-de repente una ola de pensamientos me inundaron, conocia a los Cupbert y no eran en especial los seres mas sociales o simpaticos. ¿Por que de repente adoptarian a una niña?

-Asi es, es adoptada. Mi papá me dijo que en realidad querían un niño pero la aceptaron por lastima.

-Señoritas Mattfeld y Gillis, si no guardan silencio les bajare 15 minutos de su descanso haciendo planas.