X

151 26 9
                                        

Noche lluviosa de tormenta, donde todos descansaban en su hogar, un niño de apenas ocho años salía al exterior sin vestigio alguno de temor. Algo había llamado su atención mientras observaba por la ventana, descubrió un brillo azulado que el bosque emitía de manera extraña y, siguiendo su instinto explorador, quiso saber de dónde provenía, qué la emitía.

Abrió sin preocupación la puerta de la desgastada cabaña, su Noona probablemente se enfadaría si lo descubría, pero él necesitaba saber lo que allí había. Asimismo emprendió camino, sus sandalias hundiéndose en el lodo y el pasto húmedo rozando sus tobillos, los truenos persiguiendo de cerca sus cortas zancadas y los relámpagos iluminando de vez en cuando el camino.

Aquel foco de luz parecía hacerse cada vez más cercano, más cegador, hasta que por fin dió con él, haciéndolo cerrar los ojos por su potente brillo, pero en ese corto parpadeo... había desaparecido.

Para cuando salió de su sorpresa, aquella que se convirtió en decepción, ya se hallaba perdido a mitad de una arboleda. Los pinos eran más altos que su casa y el follaje se extendía hacia los alrededores, los relámpagos ya casi no iluminaban bajo las frondosas ramas, pero a lo lejos pudo distinguir la tenue estela de una iluminación, otra luz... ¿una lámpara?
Decidió seguirla, de todos modos, perdido ya estaba. Tal vez la persona que caminaba con esa luz podía llevarlo de vuelta a casa.

La lluvia se desató con más fuerza, acompañada de una fuerte ventisca, ramas y hojas le tapaban la vista, tras tropezar unas cuantas veces con ramas caídas y pegarse unos palazos, estaba completamente empapado y para ese momento, ya no veía a la persona de la lámpara. Finalmente en medio de un claro, donde los árboles formaban una ronda, vio una casita a la luz de un rayo. Rápidamente corrió hasta allí, golpeó la puerta, pero al parecer nadie lo había escuchado, otro rayo hizo rugir el cielo y vió de casualidad la ventana del lado abierta. No esperó más, tenía frío y moría de miedo, así que, haciéndose de puntillas, subió por el marco hasta caer dentro de la casa, algo cerca suyo cayendo al piso a la par y se mordió el labio nervioso, esperaba no haber roto nada además de sus rodillas raspadas.
Allí dentro, el ambiente era cálido y había un suave aroma a hierbabuena, significaba que había gente viviendo, pero... ¿no estarían en casa?

🌙

JiMin despertó poco a poco, recordando donde estaba al sentir la rugosa alfombra bajo su piel, observó por un momento su desconocido alrededor, la luz era tenue a través de las cortinas y había un dulce aroma a canela rondando en el aire cálido del lugar.
Finalmente se puso de pie, frente suyo había una mujer, estaba dándole la espalda mientras preparaba algo en la cocina, quedó sorprendido por su cabello blanco, era tan liso y brillante, recordó una larga fila de nubes que vió una vez durante una excursión con su Noona, ¿sería tan suave como parecía?

—¡Oh, despertaste!—Dio un pequeño salto espantado por el otro niño que llegaba por la puerta de entrada. La mujer volteó a mirarlo y le mostró una sonrisa, él la devolvió con timidez.

—Buenos días, JiMin, ¿verdad?—El pequeño asintió.—Acércate, vamos a desayunar y luego te llevaremos a casa, tus padres deben estar preocupados.

—Sólo vivo con mi Noona, pero no sé dónde estamos.—YoonGi se acercó tomándolo de la mano para luego sentarlo en una silla.

—Oh... discúlpame por favor. Entonces, ¿sabes por casualidad el nombre de tu Noona?

—¡HwaSa!—Asintió, emitiendo un tarareo gracioso al probar la dulce avena que le era ofrecida.

La mujer se pausó en su lugar apretando los dientes.

—Esa bruja...—murmuró casi inaudible.

—¿La conoces?—Preguntó YoonGi observando sus gestos con curiosidad. JiMin levantando la vista del plato al instante.

—Ah, sí, sí... he llegado a conocerla hace un tiempo atrás.—Disimuló una sonrisa rápidamente.—¡Coman! Luego acompañaremos a JiMin a su casa.

🌙

—Ponte una camisa y un sombrero YoonGi, tú también, JiMin. A estas horas el sol es muy fuerte. —La madre preparaba un canasto con comida y agua mientras sobre su cabeza también posaba un sombrero. JiMin observaba como madre e hijo parecían preparados para frío y lluvia, cuando afuera el clima estaba húmedo y caluroso luego de la tormenta de la noche anterior.

—¿Por qué tanta ropa? ¿no les hace calor?—Preguntó cuando YoonGi le pasó uno de sus sombreros de paja. Observó el lazo negro que rodeaba la base, escuchando la risa de la mujer que se acercaba a la puerta de salida.

—Ya veo, no acostumbras a cuidarte del sol, ¿verdad?—JiMin negó, colocándose el sombrero de igual manera.—Aunque YoonGi y yo seamos naturalmente sensibles ante los rayos del sol, todos deberíamos usar protección cuando nos exponemos a él.

—¿Por qué?

—Porque el sol está hecho de un fuego ardiente que quema la piel, aunque sea tan bello y resplandeciente, puede llegar a ser dañino... e incluso doloroso exponerte demasiado a él.—Soltó casi con nostalgia.

—¡Es verdad! ¡una vez me salieron ampollas!

—¡¿Qué?! ¡imposible!

La atención de los niños se dispersó como los vestigios de nubes de mal tiempo en el cielo, el viento se sentía fresco bajo la sombra de los pinos y los charcos que se formaban en el suelo rompían la paz de sus aguas ante los repentinos saltos de pies pequeños.

Madre Luna observaba risueña a su pequeño, que como en pocas ocasiones, se divertía como lo que era, un niño.
Constantemente sentía pena por YoonGi, por reprimirlo, por sentir miedo. Ella no buscaba retenerlo, pero ya llevaba más de diez años manteniéndolo en secreto, con el constante temor de ser descubiertos. Jamás se lo perdonaría, sobre todo sabiendo lo que podrían hacer los dioses al respecto.
Pese a su constante estado de alerta, se permitió disfrutar el frescor de la risa de los niños viajando con la brisa, llenando su corazón de alegría mientras recolectaban flores en su canasto para trenzarlas en su cabello, descansando un momento bajo un árbol de hibisco.

__________________________


Hola a quien todavía lee esto! jsjsj

Volví y traje puro relleno, pidoperdón, anduve con mucho bloqueo en general, tanto artístico como de escritura después de mi graduación. Ahora soy diseñadora gráfica, pero a qué costo jsjsks

En fin, espero poder mejorar la calidad de mi escritura a partir de ahora, de paso, si quisieran pasarse por mi Instagram (@TatiTorres04) para ver mis dibujitos, se los agradecería mucho!

Muchas gracias por su larga espera🥺❤️

Tati💋

Hijo De La Luna || YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora