Cansada de Sueños y Juguetes

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Habia pasado un poco mas de dos meses desde que mis sueños se volvian fantasías sexuales. Al principio no podia controlarlos y siempre terminaba con alguien equivocado. Un amigo, un primo, mi jefe o un simple conocido... a pesar de que las sensaciones eran muy placenteras, moría por soñar con mi chico adorado.

Hasta que un dia lo vi acercarse a mi, lentamente mi cuerpo se estremecio de tan solo ver sus ojos mirandome, deseandome.

Pero de pronto la excitación que sentía desapareció. Me habia despertado Max, un doberman que mi tia me pidió, cuidara unas semanas mientras ella se iba a un crucero de 90 dias.

Lo heche de mi cama, pero el insistía en subirse. Estaba tan furiosa que lo patie, haciendo que el pobre animal chillara. Mi corazón se ablando ante su cara apagada asi que lo invité a dormirse conmigo, no pensé que fuera malo, al cabo lo había bañado y no soltaría  pelo. Subió rápidamente y puso su cabeza en mi abdomen. Cerre los ojos resignada y aunque por un enfermo momento estar despierta y sentir el tacto de... "alguien" se me hacía apetecible.

No duré mas de cinco minutos en paz, cuando senti su nariz buscando sobre la sábana, justo en donde estaba mi entrepierna.

Curiosidad era lo último que yo sentía normalmente, pero justo en ese momento no pude contener sentirme un poco excitada.  
Seguía tapada, pero por debajo de las sabana, me quité la ropa.
Y ahora cada vez que olfateaba mi cuerpo vibraba.
Un lenguetazo hizo que temblara totalmente y aunque intente quitarlo de mi, estaba aferrado a encontrar la fuente de aquel olor.
Me senté en la cama aun con la sábana cubriendome. Intentado pensar claramente, cuando Max se metió debajo de las sabanas, llegando a mis labios húmedos y calientes. Su enorme lengua saboreo todo dentro de mi y aunque quise detenerlo, mi cuerpo pedía mas. Su lengua era aspera, gruesa y larga, y su aliento era como un golpe frio entre tanto calor.
Sacudi mi cabeza, me levante y corri al baño. Me encerre mientras escuchaba como rasgaba la puerta, pero no me importo... Llene la tina y abrace mi cuerpo lo mas fuerte que pude, hasta que el agua lleno cada espacio.
Me senti demasiado avergonzada y por mas que intenté limpiarme seguia sintiendome sucia y caliente, después de una hora en el baño... abri la puerta, estaba mojada y desnuda completamente. Enseguida el perro levato su cuerpo y corrio hacia mi...
 

Loca por ÉlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora