𝐿𝑜𝑣𝑒𝑟 //Jeremiah Fisher (TSITP)

CAPITULO 3

ALEXIS

Creo que la situación era bastante graciosa e incómoda, todos los niños sentados en los sillones mientras los policías le contaban a mi madre lo que había pasado en la hoguera. Las miradas que lanzaba de vez en cuando te daban ganas de que el sillón te tragase en esos momentos.Creo que se me había pasado el efecto del alcohol y todo por el miedo.

Ser detenidos el primer día de verano era algo que me apasionaba en la vida.

Aunque nos libró de la multa el hecho de que el jefe de policía quería jugar al golf con el señor Fisher. Ventajas de ser rico, supongo.

Mi madre les abrió la puerta y se fueron, me daba miedo mirarla a la cara después de esto, así que miré a mi coletero mientras jugaba con él.

—¿Como habéis sido tan irresponsables?—y llegó la primera regañina.

—Mamá no ha sido para tanto—se adelantó a decir Steven—los polis solo querían que apagáramos la hoguera.

—¿Que no es para tanto?—ui, el tono irónico, eso no significaba nada bueno. Solo nos quedaba rezar—os han traído por beber siendo menores, si es para tanto Steven.

—Nadie ha bebido, mamá—mi madre me miraba sin creérselo—todos estamos conscientes.

Mi madre nos juzgaba con la mirada y seguía sin creérselo. Steven estaba parado en medio olisqueando como un chucho analizador.

—Espera...¿habéis estado fumando?.

—¿Que?—dijo mi madre ofendida—Baja la voz Susannah duerme en el sofá.

—Eso no es lo que hemos preguntado—le dije a Conrad en bajito, a este se le escapó una risilla floja.

—Pero si no he gritado—trató de explicarle mi hermano.

—Laurel, para que lo sepas yo no he bebido porque tenía que conducir—se trató de excusar Jeremiah con una mentira, que hijo de puta, yo salvando a todos y el salvando solo su culo.

—¿Y tu qué?—miró a Conrad—eres el mayor ¿en qué estabas pensando?.

—Connie no ha bebido, solo tiene un poquito de sueño—me inventé, pero siguió sin colar.

De echo a partir de ahí me callé porque no quería ser yo la próxima castigada.

—¿Por qué has salido de casa sin decírmelo?—esta vez le hablaba a Belly—¿y que eso que llevas puesto?—mi madre empezaba a subir el tono de voz.

—Es de Taylor—respondió esta—¿y porqué soy la única que no puede salir?¿que pasa con Alexis?¿Ella si y yo no?.

—Ni se te ocurra meterme en esto—la amenacé, ya empezaba a cansarme de sus quejas—si mamá no te deja es por algo.

—¿Que insinúas?¿Que soy alguien que no sabe cuidarse de si misma?—Belly se acercaba a mi como si se creyese que imponía algo.

—Has sido tu la que te has dado por aludida.

—¡Ya basta!—ambas miramos a mamá—cada uno a su habitación y espero que no se vuelva a repetir. Esto no habría acabado así si vuestra familia no fuese vuestra familia.

Todos asentimos y nos fuimos escaleras arriba, salvo Conrad, ya que mi madre lo paró. Lo esperé arriba y nos metimos en mi habitación, saqué unas mantas y cojines del armario y salimos al tejado que había al pasar mi ventana.

Era nuestro lugar especular para relajarnos todas las noches, descubrí ese lugar cuando era pequeña y desde entonces es una tradición ir todas las noches allí antes de dormir. Connie estaba triste, y me daba pena. Seguro que había sido por culpa algo de lo que le dijo mi madre.