"𝙄 𝙡𝙤𝙫𝙚 𝙮𝙤𝙪, 𝙄 𝙡𝙤𝙫𝙚 𝙮𝙤𝙪 𝙞𝙣 𝙚𝙫𝙚𝙧𝙮 𝙪𝙣𝙞𝙫𝙚𝙧𝙨𝙚"
Recopilación de One-Shots creados en base (y como aporte) a la #BajiToraweek
11/07/22 - Age Gap
12/07/22 - Religious AU
13/07/22 - Enemies to Lovers
14/07/22 - Soulmates AU
15...
Advertencias: Diferencia de edad significativa (Kazutora tiene 17/18 años, Baji tiene 26 años), escenas de índole sexual/NSFW/+18. Toda acción mostrada en este obra es meramente ficticia y no debería, bajo ningún aspecto, ser replicada en la vida real.
Enjoy~
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Tras una adolescencia llena de problemas, peleas de pandillas, y malas calificaciones, Keisuke Baji había logrado cumplir su sueño: Tener una tienda de mascotas.
Terminó la universidad y salió de su pueblo natal para irse a la gran ciudad y abrir una tienda junto a su mejor amigo, Chifuyu Matsuno. Y claro, Baji había tenido en cuenta todos los problemas que conllevaría tener un emprendimiento propio. La renta del local, la negociación con los distribuidores, el mantenimiento de los animales, los clientes molestos...
Lo recordaba como si hubiera sido ayer. La tienda llevaba apenas una semana de abierta, y Keisuke recibía a los clientes con una amplia sonrisa mientras Chifuyu ordenaba los productos sobre los estantes.
—Bienvenido a XJ Land, ¿En qué le puedo ayudar? —saludó efusivamente al chico de cabello oscuro con mechones rubios que acababa de entrar por las puertas de cristal, el cual lo observó detenidamente por unos segundos, titubeando una respuesta que parecía no querer salir.
—E-eh, yo... ¿Tienen comida para hámster? —dijo, finalmente.
Baji asintió. —Segundo pasillo, a la derecha.
Lo observó caminar tambaleante hasta el dichoso pasillo, deteniéndose enfrente del estante. No pasaron por desapercibidas las miradas de reojo que le echaba desde lejos, pero en ese entonces no pensó mucho al respecto.
Notó como Chifuyu se acercó a ayudarle al percatarse de lo mucho que estaba tardando en escoger una bolsa de alimento para hámster, pero se negó efusivamente ante la cordialidad del ojiverde, casi hasta con recelo. Unos instantes después, ya se encontraba nuevamente junto a Baji, sosteniendo entre sus manos literalmente la primera bolsa que tuvo a su alcance.
—¿Necesitas ayuda con algo más? —inquirió el pelinegro, divertido ante el nerviosismo irracional que parecía padecer el chico.
Miles de respuestas se cruzaron por la mente del muchacho, ninguna de ellas apta para decirlas en voz alta. Y es que lo primero que se le vino a la mente apenas tuvo enfrente al mayor, fueron escenas dignas de los videos que veía solo con el "modo incógnito" activado.
—N-no... Eso sería todo —respondió, aclarándose la garganta en un intento de disipar la obviedad de su pánico. Optó por fijar su vista en cualquier punto de la tienda, menos en el hombre que digitaba su orden en el monitor sobre el mostrador.
—Tsk... —Baji chasqueo la lengua, a la vez que una pequeña arrugada se formaba entre sus cejas fruncidas—. Parece que el sistema se cayó... ¿Te importaría esperar unos minutos en lo que vuelve?
