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—"Te quiero"—

•🐯•

Todo paso tan rápido que fue difícil entenderlo, aun después de eso me preguntaba, ¿qué acababa de pasar?

Yuki... él cayó y se desmayó, ¿verdad? sí, lo hizo, ¿por qué se desmayó? ¿pasó algo malo? ¿eso es normal? ¿debería ir a verlo? se habrá abierto la cabeza... vi que había sangre antes de que me sacaran de allí.

Pero... no puedo salir de aquí... no sé que hacer, puesto que apenas llegaron los guardias, a todos nos mandaron de inmediato a las celdas a quedarnos allí  y debido a la aparente gravedad del asunto no van a dejar salir a nadie independientemente de las circunstancias en la que se encuentre, por lo menos hasta que las cosas vuelvan a la normalidad.

Según escuché a algunos guardias, ellos especulan sobre algún envenenamiento o algo por el estilo.

Debe ser eso, sí... espero que sea eso, así solo lo desintoxicaran y todo volverá a la normalidad.

¿Lo hará? ¿De verdad creo que lo hará?

La repentina invasión de pensamientos negativos me hizo llorar, quise desaparecer mientras me mantenía arrodillado con mi cabeza sobre el colchón de la cama de abajo, sostuve las sábanas con miedo, con angustia y con desconsuelo. Quiero verlo, quiero estar junto a él... 

Ese fue el momento en que me di cuenta que solo lo quiero a él.

Pronto me quedé dormido en esa posición, nada recomendado; al despertar parecía como si nunca hubiera pasado nada, no recordaba mucho y el hecho de ver la celda vacía me hizo tener una vaga memoria de sentirme acompañado en algún momento, un sentimiento de alivio pasajero llegó, se fue y mi corazón se estrujó un poco más al estar en ese estado dónde no estás dormido pero tampoco estás despierto, ese mismo donde no recuerdas nada de ti, ni de lo que te rodea y mucho menos de quien te rodea.

Me acosté en la cama donde anteriormente tenía la cabeza recostada, no recuerdo haber dormido ahí, así que por ende no olía a mí, lo que me pareció raro era que sí tenía olor... a alguien y era tan leve que en su momento no lo reconocí; luego de eso me di la vuelta para mirar a la pared y mientras mis dedos jugaban con la delgada sábana, un cabello blanco se me cruzo entre los dedos.

Era un cabello de Yuki.

No recordaba nada de dormir allí porque no era yo, era Yuki quien permanecía casi todo el día en la cama de abajo, pero, ¿ahora dónde está?

Para ese momento mi mente ya había bloqueado lo que horas antes había visto.

La puerta rechinó y mis ojos instantáneamente pasaron a mirar hacia esta, Yuki entraba con calma a la celda, acompañado de un guardia.

—No te sobre esfuerces, niño.

Él asintió y luego de entrar me miró fugazmente, luego sus cejas se encorvaron mostrando una cara más seria y molesta que lo que alcanzaba a recordar de él, no dijo nada y se sentó a los pies de la cama sin mirarme.

—... Ese es mi lugar. —Murmuró, pero fingí no haber escuchado.

El recuerdo volvió a mi y la amargura del mismo se hizo presente cómo si recién lo hubiera visto, mis ojos desubicados ya no podían mirarlo, no podía tener la mirada en frente si él seguía ahí, me aterrorizaba lo que pudiera pasar a continuación. Mi garganta se cerró y apenas pude decir algo.

—Yuki... ¿estás bien?

Él solo hizo una mueca y luego de chasquear la lengua se pasó la mano por el cabello, dejando este levantado por varios segundos para que pudiera ver cómo ahora tenía puntos en la frente por la caída.

a little bunny ! 旦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora