Sebastián y Ciel al volver a su casa, pensaron que lo mejor era esperar a como actuase su pequeña Elisabeth.
Después de dos semanas no pasó nada, no entendían el porqué no había chivado nada a sus mayores.
Ciel: Seguro que está tramando algo para hundirnos *Dice eso mientras da vueltas por la sala de manera estresante*
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Sebastián: Tranquilo, puede que no haya dicho nada porque te quiere.
Ciel: Que tonterías dices, ella no está enamorada de mi, solo me aprecia por mis grandezas. Hahahaha *risa nerviosa*
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Sebastián: Si quieres podemos ir a verla de manera incógnita
Sebastián y Ciel se adentraron a la casa de Elizabeth para ver que trabamaba pero no vieron nada sospechoso, seguía haciendo sus tareas como siempre. Ciel no aguantaba más así que decidió entrar de manera bruta en su mansión.
Ciel: Elizabeth, *se pone nervioso* em quería saber cómo estás, hace tiempo que no te veo...
Los sirvientes se sorprendieron al ver ese escándalo pero no hicieron nada al respeto ya que era su amado Ciel.
Elisabeth se acercó con una sonrisa maléfica para decirle....
