Eider Walker
Mi vestido estaba mojándose por la lluvia que había comenzado a caer minutos antes de encontrarme en la situación tan repentina con un hombre... digamosle "tonto".
Mantenía mis manos extendidas frente a mi rostro, observando el color rojizo de su sangre escurrirse con la lluvia. Aquel tono puro, espeso, se volvía claro y aguado. Mis pupilas estaban dilatadas como nunca antes, mi piel herizada por la adrenalina y el frío de la noche. Mis pies descalzos sentían el agua correr por debajo de ellos, cada mínimo sentido de mi cuerpo estaba activado.
Lo hiciste de nuevo, Eider.
Mataste otra vez y no te sientes culpable por ello.
Mi cabello estaba cayendo a los lados de mi cara, pegándose a mi pálida piel de una forma algo incómoda; una excusa más para sacar más coraje de dentro de mí. Había oído mi celular vibrar, sabía que se trataba de Dalter pero decidí ignorarlo, no lo necesitaba en lo absoluto, él trataría de parar mi bendito poder y estaba decidida a no permitírselo de ahora en adelante.
Llevé mis manos hacia mi vestido y las limpié. Mis ojos viajaron hacia el cuerpo tirado frente a mí, el pobre hombre había intentado secuestrarme en una fiesta repleta de personas que no dudarían en protegerme, guardias a los cuáles habíamos pagado fortunas para que me cuidaran.
Pero eso no fué lo más tonto que había hecho, se metió con Eider Walker; mujer que había reprimido sus impulsos por demasiado tiempo.
En el momento que había sentido sus manos sobre mi cuello, me dejé llevar mientras que la voz en mi cabeza no dejaba de gritar, de aturdirme de manera densa y estresante. Mis dientes se apretujaban y mi cuerpo comenzaba a llenarse de adrenalina, una que llevaba tiempo sin experimentar.
Una vez que ya me sacó de la fiesta, eché un vistazo con disimulo a mi alrededor: estábamos en el callejón de al lado, lejos de las personas y de la vista de quien sea. Un trueno dió paso a la intensa lluvia y mi celular comenzó a vibrar.
— ¿Es papi, eh? — gruñó el sujeto en mi cuello mientras presionaba una navaja sobre él —. No vendrá a ayudarte, hermosa, no sin antes presenciar tu asqueroso cuerpo en el suelo.
Tomó mi celular y lo lanzó a un lado.
Solté una pequeña risa temblorosa, mi voz comenzaba a volverse débil debido a todo el coraje que se me estaba acumulando. No quería hablar, quería actuar.
— Él no me quiere muerta.
Dije sin vueltas y con determinación.
— No me interesa.
— Te matará, claro que te interesa. — agregué antes de patear su entrepierna con la aguja de mi taco.
Y así comenzamos : dijo la voz en mi cabeza.
Su quejido de dolor fué más que satisfactorio para mí, verlo retorcerse sin poder mirarme fijamente a los ojos. ¡Oh, Dios! Quería que lo hiciera, que me mirara mientras le demostraba con quien se había metido. Cuando intentó levantarse para encargarse de mi, tomé la navaja que había tirado al suelo y no tardé en pasársela lado a lado sobre su cuello.
Un solo movimiento bastó para ver la luz de sus ojos apagarse.
Aquel poder que creyó tener sobre mí se había esfumado en cuestión de segundos.
Lancé la navaja y tomé su rostro entre mis manos. Mis ojos oscuros, una sonrisa en mis labios mostrando la hermosa fila de mis dientes, el temblor en mi cuerpo y los tics de adrenalina en mi cabeza. Él tenía la vista perfecta frente a él.
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Fuera de nosotros mismos ✔ | (+18) #2 Pausada
Mystery / ThrillerTodos volvemos al lugar que nos hizo sentir esa chispa, por más dolorosos que sean los recuerdos, esa chispa hace que las ganas de volver sean más grandes. más grande es cuando la obsesión por cumplir una promesa está presente. iniciada/ publicada...