El insomnio es tener problemas tanto como para quedarte dormid🌷 y permanecer dormid🌷, asi que, el día de hoy vengo con un cuento, una no tan pequeña historia hecha por mi persona, no creo que sirva de mucho, pero hey, es mejor que mirar el techo fijamente, ¿no?
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Había una vez una mariquita, muy bonita y bailarina, con 4 lunares y un sombrerito con una sinta roja
ella se preparaba para un día especial, puesto a qué iba a visitar, a su amiga, la caimán
en su carterita llevaba, unos terrones de azúcar, su muñeco de palo y una tapa con gotitas de lluvia por si le daba sed
salió contenta la mariquita, dispuesta a cruzar el largo camino hasta llegar donde su amiga, volo por sobre un riachuelo y camino entre las rocas, hasta encontrarse con su viejo amigo, el señor hoja
- oh querido señor hoja, ¿cómo le va? - no muy bien te diré, pues hambriento me encuentro - ¿hambre?
la mariquita busco en su carterita algo para ayudar, saco el terrón de azúcar y se lo procedió a dar, comieron juntos hasta el señor hoja dijo
- gracias señorita mariquita, pero ya es hora de marchar, puesto a qué tengo a alguien a quien visitar - fue un gusto encontrarnos, buen señor
la mariquita siguió su camino, subiendo hasta la copa de un árbol, dónde saludo a su amigo el papá gusano, con sus hijos gusanitos
- Querido Papá gusano, ¿cómo has estado? - cansado, el trabajo me mantiene ocupado - ¿y tus hijos como han estado? - bien, creo yo
la mariquita se fijo detrás de una hoja, se encontraba llorando uno de los gusanitos
- ¿que pasa amiguito? - mi muñeca se va roto, ya no tengo nada con que jugar - tranquilo, llevo conmigo uno igual de especial, cuídalo bien
el papá gusano lo vio llorar y fue a abrazarlo
- oh pequeño no sabia que estabas mal, prometo verte más
La mariquita se despidió del pequeño y se su señor papá, ya era hora de partir y a la caimán encontrar
Siguió su camino por sobre unas flores, rojas, amarillas, rosas y vió a su amiga la abeja, cansada sobre uno de los pétalos rosas
- Querida Abejita, ¿que te ha pasado? - estoy casada y acalorada - tengo algo para ayudar
le entrego su tapa con gotitas de lluvia y se pudo recuperar, pero la mariquita estaba triste, ya no tenía nada para disfrutar su tarde con su amiga la caimán
arrastro sus piecitos hasta llegar
y sin esperarlo, vio a sus queridos amigos, con regalos muy bonitos, para la querida mariquita, puesto a qué era su cumpleaños, no lo recordaba, por qué hace un año no lo celebraba
abrazo a sus amigos muy felíz, hasta que vio a su amiga la caimán, con una vela rosa de puntitos violetas, sus colores favoritos, para cantarle y así, juntos pasaron la mejor de las tardes
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