CAPÍTULO 7

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Noah Thoson:

—¿La llevaste dentro del estadio? —pregunta el rubio que aparece en la pantalla de mi teléfono. Pinta una sonrisita pícara en su rostro.

—Borra esa sonrisa de tu cara —lo miro fijo, en un intento de seriedad—, no sucedió nada de lo que está pasando por tu mente perversa.

—Oye —se toma un segundo—, no soy Alex, no pienso esas cochinadas —ambos reímos.

Me encuentro caminando por los pasillos de la universidad, hablando con Mat y dirigiéndome al comedor. Lo llamé apenas salí de cursar. Le comenté todo lo que pasó el sábado y antes, hablamos de como la está pasando en Suiza.

—¿Y qué tal es ella? —pregunta el rubio.

–¿Qué quieres saber exactamente?

Se le curvaron los labios, en un gesto nada inocente.

—Y... si hubo algo de contacto, ¿me entiendes? —comienza a reírse descaradamente, le tuve que bajar el volumen al celular. Los que pasan a mi lado ya me están viendo con cara de confusión.

—No sucedió nada —le respondo, recalcando bien la última palabra—, nada.

—Okey... mi pregunta ahora es —sus azules ojos me miran fijo a través de la pantalla— ¿Tú querías que suceda algo?

—Mat, no la conozco casi.

—Noah, con todo lo que me estuviste contando, pienso completamente lo contrario —se puso serio—. No digo algo mas complicado, solo... —revolea los ojos, pensando que decir—, ya sabes... sacarse las ganas.

Suelto un largo suspiro, cansado de esas opiniones.

—No soy más así... —le respondo al rubio detrás de la pantalla.

Agita la cabeza de lado a lado, negando lo que acabo de decir.

—Desde que terminaste con Carly no eres el mismo...

—No hace falta que la nombres —le corto al instante. No necesito que reviva todo lo pasado.

Carly es mi ex novia. Estuvimos juntos por seis años, más o menos. Hace un año terminamos y cortamos todo tipo de relación. Ella se fue del país, así que nunca mas la volví a ver. Aunque no me quejo, no me gusta hablar de ella, mucho menos voy a querer verla. En conclusión, nuestra relación se fue a la mierda. No voy a decir más.

—Perdón, perdón —posiciona la mano derecha en el pecho, sobreactuando la lástima—, olvidé que es un tema sensible el de la innombrable —finaliza burlón.

Río por lo dicho.

Él y Alex la llaman así, en honor a Lord Voldemort, el antagonista principal de Harry Potter, y a mi fanatismo por la magnífica saga.

Ya frente a la puerta de entrada del comedor, me despido de Mat, deseándole suerte para los próximos días. Se nota su ausencia. No somos amigos desde pequeños, ni de toda la vida, sin embargo, se hizo querer en poco tiempo, y hemos pasado casi por lo mismo. En temas familiares.

El bullicio se oía desde fuera y el olor a comida entra por mis fosas, deleitándolas y haciéndome rugir el estómago.

Entro y hecho un vistazo por todo el lugar. Cientos de universitarios sentados haciendo anda a saber que. Comiendo, estudiando, leyendo, chismoseando. Es increíble este lugar.

Me ubico en la fila, para ver que comer. En duda entre si almorzar una ensalada rusa, o el grandioso emparedado de pollo y queso.

Luego de unos diez minutos, que fue lo que tardé en medio de la fila, me incliné por la vieja confiable, el emparedado. Nunca falla.

Todo de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora