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Luego de la noche anterior, no había vuelto a encender su teléfono, por si los mensajes indeseados seguian. El era alguien madrugador, así que levantarse temprano nunca le fue mucho impedimento. Decidió hacerse un café, que luego bebió tranquilamente de su taza antes de empezar con su día.
Estabo pensando quedarse un tiempo en casa de sus padres, aunque perfectamente podría pagarse un apartamento decente, por varios meses. Pero luego del engaño de su ex, sentía que necesitaba del calor humano y el afecto que solo sus padres podían brindarle, haciendolo sentir seguro otravez.
En ningún momento se le paso por la cabeza volver con su ex prometido, era demasiado doloroso siquiera mantener el recuerdo del albino.

Entro en la tina de agua caliente a darse un baño y un sutil aroma a chocolate, llegó hasta sus fosas nasales, lo que extrañamente, le fue relanjado de a poco.
También seguía pensando en aquellos mensajes y quien los envió. Esa duda rondaba su cabeza, hasta el punto en que no pudo dormir bien la noche anterior.
Al salir del baño, preparo sus maletas con todo lo indispensable y se alistó, vistiéndose con una camisa formal de color morado claro y un pantalón que resaltaba muy bien a su cuerpo. Luego se coloco el collar de protección en su cuello, ajustándolo lo justo a su medida ideal para más seguridad y de esta manera, esconder también su aroma. Después de todo, aun era un omega puro y sin marcar.

Llegado a este punto miro su teléfono, tendría que llamar a sus padres para avisarles que iría, así que no le dio más vueltas y encendido el aparato.
Al encender la pantalla, para sorpresa del azabache, no había más  mensajes esperandole. Quizás lo que había pasado si era una broma después de todo. O ese tipo raro, había encontrado a alguien más para molestar con sus retorcidos mensajes.

Pidió un taxi que llegaría en minutos y mientras envio un mensaje a su madre, quien se alegro y dijo que ella y su padre le estarían esperando con los brazos abiertos.
Su transporte llego. Se subió a este y emprendió el viaje hacia el aeropuerto, intentando olvidar todo lo acontecido. Si todo iba bien pronto estaría con sus progenitores, entre los brazos y el olor reconfortante de su madre y la calidez de su hogar.

Su celular aviso de la entrada de un nuevo mensaje. Un número desconocido. El mismo número que ya había conocido.
El azabache comenzó a ponerse ansioso. Rápidamente intento volver a bloquearlo, pero ya aparecía de esta manera. No tenía sentido que pudiera seguir escribiendole.

Hola :)

Por alguna razón sintió que los segundos se le hicieron eternos al leer este simple mensaje. Y un escalofrío de temor y curiosidad recorrio su cuerpo. Así que decidió escribirle otra vez, solo para ver hasta donde llegaba.

Quien eres y por que me escribes?

Una respuesta no tardo mucho en llegar, empezando una conversación con el misterioso individuo de los mensajes.

Entiendo que quieras saber más sobre mi, pero eso no te incumbe por ahora.

En primer lugar. Claro que me incumbe. En segundo. Si esto es una broma, es de muy mal gusto.

Por que crees que es una broma? Te dije que todo esto es en serio. Estoy  interesado en ti. Solo quiero jugar un poco contigo.

Pues pareces el tipo de asesino en serie que usa una estratagema rara para terminar llevando a sus víctimas desprevenidas a una muerte definitiva.

El chófer del taxi le aviso al azabache que ya habían llegado a su destino. Este le pago lo que le correspondia al hombre, para luego fijarse en la nueva notificación de su celular.

Mira, si quisiera matarte, no te enviaría estos mensajes y me arriesgaría a ser atrapado por las autoridades. Simplemente te mataría y esconderia tu cuerpo.
Por cierto, bonita camisa morada. Te queda bien ojos bonitos.

Good Hunting ♢Rubegetta Omegaverse♢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora