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-Siéntete como en casa-le dijo cortésmente Samuel al alfa cuando entraron al departamento.

El omega azabache miro a Rubius de reojo. La mirada del alfa iba alrededor de todo el espacio. El departamento de Samuel era una preciosidad. Estaba diseñado por algunos de los mejores diseñadores de interiores de la ciudad. Con baldosas de mármol blanco, encimeras de granito, la decoración a juego de color lila y alfombras lujosas. Un pasillo conducía a tres habitaciones, una de las cuales era el dormitorio. El mismo en el que una vez, Rubius aterrorizo al azabache.

-Mirandolo con más calma, tu departamento es precioso-le felicitó Ruben sentándose en uno de los sillones.

Verlo sentado allí en su espacio, le hizo preguntarse a Samuel si esto realmente estaba sucediendo.

-Gracias. Mis padres me lo regalaron en mi vigésimo cumpleaños-Le dijo-Fueron muy generosos al darme una casa como regalo.

-Generosos?-Ruben se rió por lo alto-Quizas solo te querían fuera para que tengas tu privacidad y les des un nieto lo antes posible.

Samuel no sonrió ni se rió, dándose cuenta que con lo que el alfa acababa de bromear, podría ser verdad. Sus padres constantemente le decían que no se hacían más jóvenes y lo intentaban llevar a fiestas para presentarle a posibles candidatos. Siendo Luzu uno de ellos.

Rubius vio un destello de emoción cruda en los ojos del azabache, algo parecido a la tristeza.

-Bueno-intentó suabisarlo el alfa-Al menos pensaron en un buen regalo que te gustara.

Si Samuel no quería sentir algo, era la lástima de su secuestrador, pero ahora al menos sabía que Rubius poseía emociones genuinas y que no siempre estaba fingiendo todo.

-Déjame traerte el pastel-dijo Samuel caminando hasta la cocina.

Saco un pastel de chocolate del refrigerador y puso tres pedazos grandes en un recipiente. Mientras preparaba el pastel, su mente daba vueltas con muchas ideas.
Cómo haría que Rubius se sintiese incómodo?
Quería ver si podía romperle bajo presión y hacerle darle la información que necesitaba para confirmar los secuestros y posibles asesinatos de sus anteriores víctimas.

Cuando regresó a la sala de estar, encontró al alfa tecleando en su teléfono. Samuel le llevó el recipiente, que Ruben agarró con una sonrisa agradecida. Sus dedos rozaron ligeramente los de Samuel, causando que a este se le erizase la pi
piel.

-Gracias por esto-le agradeció el alfa.

-No, yo debería agradecerte por los problemas que te he causado con mi auto y traerme a salvo a casa.

-No es nada-Se levantó de su asiento para irse, pero antes de dar un paso, Samuel aguantó la manga de su camiseta para detenerlo.

-Espera… Quédate-soltó el azabache.

-Quieres que me quede aquí un rato más?-preguntó el alfa con una ceja levantada y el omega azabache asintió tímidamente.

-Yo, tengo que decirte la verdad…

-Sobre qué?-Rubius frunció un poco el ceño.

-Mi ex me a estado acosando-Mintio Samuel tratando de medir la reacción del contrario.

-Tu ex? Guillermo te esta acosando?-

Samuel podía notar como el olor del alfa comenzó a tornarse más amargo y espeso.

-Hace unos días... Tuvimos una charla inofensiva sobre quedar en buenos términos, pero de pronto se convirtió en otra cosa y comenzó a acosarme pidiendo que fuésemos amigos con derechos. No quise decirle nada a mis padres, para no alterarlos.

Good Hunting ♢Rubegetta Omegaverse♢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora