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Rubius solto la cadena en el cuello del azabache y se quedó parado delante de el, inmóvil. Sus puños se apretaron en lo que Vegetta supuso que era ira. Imaginaba que ahora el alfa le golpearia hasta matarle. Pero realmente no quería saberlo, estaba demasiado asustado para averiguarlo.

Tampoco podía ver su rostro, pero sabía que este no estaba nada feliz. Todo había terminado por fin. Rubius no se hiba a salir con la suya. Sería encarcelado e iba a ir a prisión.

-Doblas, si no sales vamos a romper la puerta a la cuenta de tres-el oficial mas joven llamo esta vez desde afuera.

Rubius abrió la puerta y levantó las manos.

-Esta bien! El omega esta aquí a salvo! No disparen!

Los policías irrumpieron por la puerta y entraron. El más alto agarro a Rubius y lo empujo contra la pared.

-Doblas, quedas arestado por sospecha de secuestro. Tienes derecho a permanecer en silencio.

Vegetta no podía creer que esto estuviese sucediendo. De verdad el alfa iba a ser arrestado y el por fin volvería a casa.
La mirada de Rubius se encontró con la suya y sus ojos lo observaron fijamente a través de la máscara. Tan fríos y calculadores. Los ojos de un depredador que no parecía importarle lo que pasaba a su alrededor. Solo miraban al omega.

Le colocaron un par de esposas al alfa y lo condujeron hacia el coche patrulla. No se habían molestado en quitarle la máscara, así que Vegetta no pudo ver su rostro. Lo único por lo que realmente moría, era saber como se veía su secuestrador bajo esa extraña máscara.

Una manta cayó sobre el azabache, envolviendose a su alrededor. Este miro hacia arriba para ver quien se la había dado y el oficial más joven le vio con ojos amables y una sonrisa llena de confianza.

-Estas bien? Te lastimo?-le pregunto calmadamente.

-Si. Estoy bien-Vegetta asintió con la cabeza.

-Tienes de verdad mucha suerte. Mi compañero Fargan vio por poco, a ese loco arrastrarte adentro antes de irnos-señalo al otro policía con un gesto-Te llevaremos a un hospital donde obtendrás la ayuda que necesites. Después de eso, tendrás una visita rápida a la estación. Ahí te harán algunas preguntas. Pero no tienes que tener miedo. De acuerdo?

-Si. Gracias.

El pequeño oficial coloco una mano tranquilizadora sobre su hombro en señal de empatia.

-Una ambulancia estará aquí en unos momentos. Tu espérate aquí.

Salio y Vegetta se quedo observando como Rubius estaba encerrado en el auto y seguía mirándole a través de su máscara. Su mirada fija envio un escalofrío por la espalda del azabache.
Parecía enormemente fuera de lugar.

-Alexby-llamo el oficial Fargan sentándose en el asiento del conductor-Asegurate que De Luque este a salvo. Llevare al sospechoso a comisaría.

El otro policía asintió. Luego fue hasta Vegetta y estuvo un rato interrogandolo con lo básico. Este decidió darle al policía toda la verdad en su corta declaración. O la gran mayoría de esta. Desde los mensajes, los sustos, el acoso, las amenazas sutiles, el secuestro y las agresiones. 
No sabia con plena certeza si Rubius tenía algo que ver con la desaparición de esos omegas, pero definitivamente no era un hombre inocente. Devia cumplir por el crimen que había cometido.

-Maldito enfermo hijo de puta-luego de escuchar su historia, el oficial Alexby miraba a Rubius con disgusto-Los alfas de mierda abusivos como el deberían pudrirse tras las rejas.

Por un momento Vegetta se preguntó que habría dicho el policía, si supiese que de cierta forma, el alfa logro atraerle un poco.

-Que va a pasar con el?

Good Hunting ♢Rubegetta Omegaverse♢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora