—¡¡Papá!!
—¡¡Gabriel!!
Fueron las últimas palabras que logré escuchar con claridad aquel día en el cual la oscuridad cubrió totalmente mi mundo. Mis oídos se saturaron con el ruido que era provocado con cada impacto que tenía la camioneta con la colina por la cual iba cayendo; los gritos y gemidos de dolor por parte de mis padres Gabriel Agreste, Emilie Graham, mi hermano mellizo Adrien Agreste y los míos se unían al concierto sinfónico que resonaban, ahora, en mi cabeza.
Silencio. Pronto todo estaba en silencio; un silencio total y el mundo estaba de cabeza. Sentí como algo líquido caía por mi frente, la sensación fue tal que comencé a abrir lentamente los ojos. ¿Qué fue lo que había ocurrido? Sentí mis parpados tan pesados y, por primera vez, mi cuerpo percibí lo que realmente era el dolor. Cuando logré entreabrir mis ojos, como lo mencioné, mi mundo estaba de cabeza. Lo primero que observé fue a mi madre pues estaba detrás de ella que yacía en el asiento de copiloto; segundo, fue a mi padre en el asiento del piloto y, finalmente, aunque me dolió hasta lo más profundo de mi ser, giré suavemente mi rostro encontrándome a mi hermano quien igual que yo comenzaba a reaccionar.
—¿A-Adrien..?— Susurré su nombre lo que provocó un terrible dolor en mi interior provocando al mismo tiempo un zumbido molesto en mis oídos.— A-Adrien...
—¿C-Claire..?
—T-Tenemos que despertar a mamá y a papá.
—C-Claro, lo intentaré. L-Lo intentaré.— El zumbido que en ese instante sentía en mi oído se fue reduciendo lentamente a tal grado que fui capaz por unos segundo de escuchar como mi hermano pateaba el asiento de nuestro padre.— P-Papá... ¡P-Papá!
—P-Pa... P-Papá...— La poca vista que había logrado tener en ese instante, poco a poco, comenzaba a oscurecerse nuevamente.
—¡Claire, no cierres los ojos!
Abrí repentinamente los ojos encontrándome a mi padre cuyo aspecto físico era un asco total igual que sus ropas. Se mostraba en sus ojos desesperación y preocupación. El mundo volvió a estar silencioso tan solo unos segundos después; muy a pesar de que escuche la voz de mi padre una sola vez lo único que fui capaz de ver por unos instantes fue como su boca se movía y sus gestos eran de desesperación total; con tan solo ocho años ya era capaz de ver todo eso en el rostro de una de las personas más importantes en mi vida.
...
Oscuridad, frialdad, soledad y... ¿Silencio? Era lo único que podía percibir a mi alrededor. No era capaz de moverme, eso era claro, ni siquiera en ese mundo lleno de oscuridad y silencio no podía hacer nada. ¿Dónde estaba? ¿Por qué estaba sola? ¿Quién era? No sabía nada y la oscuridad me consumía en su totalidad de nuevo.
...
Bip... Bip... ¿Qué fue eso? Fue la primera pregunta que surgió al escuchar ese extraño sonido en aquella oscuridad tan remota y densa. ¿Qué estaba ocurriendo ahora?
...
Bip... Bip... Bip... ¿De nuevo?
—Hola de nuevo, hermanita. ¿Cómo has estado? ¿Bien? Los doctores han mencionado que has estado bien... —Por primera vez sentí algo cálido en aquella fría oscuridad.— ¿C-Cuándo decidirás abrir los ojos..?
Abrir los ojos es lo que deseo más que nada en este mundo pero... El cansancio y el dolor que siento es increíble no más que la frialdad qué se persice al estar rodeada de esta densa oscuridad qué me rodea.
...
Bip... Bip... Bip...
—¿Nuevas flores?
—Sí, ya sabe, acostumbro a venir a estar un rato con quienes están en una situación parecida a la de ella incluso con los ancianos. Aunque de todas las personas que visitó... Ella es la más joven y algo en su rostro... —En ese instante sentí el cómo alguien acomodaba mi flequillo... Fue cálido.— Me dice que su sinfonía aún no ha terminado de ser escrita.
¿Sinfonía..?
...
Bip... Bip... Bip...
—Finalmente.—Sentí cómo alguien tomaba con firmeza una de mis manos.— Te lo prometo, hija. Pronto lograré qué todo vuelva a ser como fue antes.—Justo en mi frente sentí una ligera presión.— Descansa.
...
Silencio...
...
Bip... Bip... Bip...
—¡Llamen al doctor Valentine!
Fue la orden qué dio una mujer que me miraba totalmente impactada desde el marco de la puerta.
Observe a esa mujer unos instantes e inmediatamente comencé a ver a mi alrededor; una habitación blanca igual que el color de las cortinas qué cubrían las grandes ventanas de la misma; monitores qué marcaban mis signos vitales al parecer; todo estaba muy tranquilo. Volví a enfocar mi mirada en la ventana y logre visualizar como una ola de mariposas rosas recorrieron rápidamente los edificios al rededor de lo que empecé a suponer que era un hospital.
—¿Señorita Agreste?
Gire el rostro de nueva cuenta para ver directamente al dueño de aquella voz. Un hombre de bata blanca, castaño cuyo cabello estaba bien arreglado y con gafas cuadradas decorando su rostro estaba frente a mi cama.
—¿Me habla a mi? —No pude evitar mirarle de forma confusa; todo a mi alrededor era confuso.
—Así es. Soy el doctor Valentine y estoy a cargo de su salud desde que era una niña pequeña.—Se presentó al mismo tiempo que caminaba hasta quedar a un lado mío.— ¿Cómo te sientes?
—¿Cómo me siento?—Repetí confusa de la situación; mire al doctor y después a mis piernas qué yacía extendidas en la cama.— ¿Confusa? ¿Extraña? ¿Débil? —Le mire de nuevo.— ¿De verdad me habló a mi?— A lo que el doctor me miró con extrañes.
—¿Qué recuerdas?— Cuestionó con seriedad.
—Yo...
Baje la mirada buscando algo que sirviera en mi escasa memoria; repentinamente cortas escenas vinieron a mi mente junto con gritos lo que provocó qué me sostuviera la cabeza pues el dolor fue increíble. Inmediatamente comencé a negar con la cabeza.
—N-No... S-Sólo sé que duele.
—Tranquila, tranquila.— Posó sus manos en mis hombros.— Esto será un largo proceso de recuperación. Por ahora, puedo decirte que tu nombre es Claire Agreste Graham de Vanilly y ahora mismo iré a comunicarme con tus familiares. ¿Si? — Asentí con la cabeza.
—C-Claire... S-Sí... C-Claire.
—Bien.— El doctor me ayudo a recostarme nuevamente en la camilla.— Descansa por ahora, te pondré al tanto en cuanto lleguen tus familiares.
—C-Claro, no se preocupe.
—Con tu permiso.— Sin más se aleja de mi hacia la salida de la habitación.— Dele algo para el dolor.
Escuché lo que le pidió a la enfermera que esperaba fuera de la habitación esperando indicaciones por parte del doctor.
—Claro, señor.
Cerré los ojos esperando que todo se atenuara. Pero, ¿Qué más podía esperar en ese momento?
...
Continuará.

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¿Destinados al caos? || Luka Couffaine x Oc ||
FanfictionSegunda temporada de ¿Destinados? Un recorrido por la línea temporal que desató el caos entre todas las realidades. El final de Shadow Moth implicó más que el final feliz en una de las tantas líneas, sino de la creación de un nuevo villano que amen...