𝐒𝐢𝐬 𝐛𝐞𝐬𝐨𝐬 ❞

Comissària

Faltaban dos minutos para que terminará el turno de cierto rubio travieso.

Camino hacia recepcion y anunció por la radio:

Inspector Jefe Fred, procedo ha hacer 10-10.-.

Vale caballero, tenga un buen día. - Dijo Torrente, a él le tocaba turno nocturno toda la semana.

Fred, a mi puto despacho. - Se oyó por radio. - Tienes un minuto para sentar tu culo aquí, supernena.

Voy, súper . - Contesto el enmascarado.

Paso su tarjeta de policía y subió las escaleras hacia el despacho de su superior, una vez enfrente de la puerta, dio tres ligeros golpes.

Pasa. - Habló Jack al otro lado de la puerta.

Gustabo abrió la puerta, dejando ver a  él superintendente de Los Santos sentado detrás del escritorio.

El menor no hablo, fue directamente hacia Conway y se sentó en su regazo.

¿Mal día, Conway? - Pregunto.

Sin ti, siempre. - Contesto poniendo sus manos en la cintura del menor.

No sea dramas, cuénteme que ha pasado. - Dijo Gustabo, le gustaba que su pareja fuera melosa, pero le gustaba aún más que confiara  en el para contarle sus problemas, o simplemente su día.

No paran de entregarme informes de mierda, que sólo tienen más mierda dentro. - Respondio el mayor. - Es una putada tener que corregirlos y archivarlos.

¿Debería venirme con usted y hacer de secretario? - Pregunto irónicamente el rubio.

Buena idea, muñeca. - Dijo. - Mañana por la bromita, vas a estar aquí ayudándome.

Pues vale, a Dios le importe, porque a mi desde luego que no. - Contesto mirándolo divertido.

Jack le devolvió la mirada, estuvieron un rato así, mirándose fijamente.

Gustabo se acerco a su pareja y junto sus labios. El mayor se sorprendio, pero correspondió el beso.

Estuvieron así hasta que les faltaba el aire, se separaron y el rubio se levantó.

Me voy, nos vemos mañana, grandullón.- Se giro le dio otro beso rápido y se fue, dejando a un Conway sorprendido y sonrojado.