Go For It, Kenny!ㅤ| Bunny SP

[ Prólogo ]

¿Cuándo fue que comenzó todo esto?

Ah, sí. En realidad, creo saberlo.

Sí, éramos amigos, pero yo ni siquiera le tomaba tanta importancia, hasta que un día simplemente llegó y le gritó a toda la escuela:

"¡El único niño aquí con dignidad es Kenny! ¡Y el resto de ustedes pueden olerme el culo!"

¿De verdad pensabas así de mí? ¿Por qué?

Fue ahí cuando comencé a prestarle más atención a su presencia. Desde interesarme más en sus gustos hasta notar gestos pequeños de los que solo te darías cuenta después de observarlo mucho tiempo con interés; cómo cuando está ansioso y comienza a jugar con las mangas de su abrigo, o como cuando se enoja tanto que sus manos comienzan a temblar como gelatina.

Y de repente, también te comienzas a dar cuenta de lo claros y azules que son sus ojos, tan azules que cuando lo miras es como perderse en el cielo.

El sentimiento de calidez que inunda tu corazón con cada sonrisa inocente que te dedica. Su simple presencia se volvió tan poderosa que cada vez que lo veo mis pensamientos se vuelven confusos y mis movimientos entorpecen.

¿Cómo deje que esto llegara tan lejos?

Antes de él, ni siquiera habría considerado la opción de enamorarme y mucho menos comenzar una relación amorosa. Lo único que ocupaba mi cabeza era a quién me llevaría a la cama mañana. Pero ahora, el imaginarlo a él y a mí caminando juntos tomados de la mano hace que mi corazón quiera explotar.

Podría dejar las cosas así, hasta que me olvide de ti. Pero soy codicioso. Quiero que también sientas por mí lo que yo siento por ti, e incluso hacer que me desees más de lo que yo te deseo a ti.

Quiero estar tan presente en tus pensamientos que lo primero que se te venga a la cabeza al despertar sea yo, y que la última imagen que visite tu pensamiento antes de dormir también sea yo.

Que esos ojos de cielo me miren solo a mí. Quiero que todas tus fantasías, hasta las más perversas, me pertenezcan sólo a mí.

Pero tampoco quiero corromperte. Sería una desgracia depravar esa mente tan preciosa que tienes.

La forma en la que me hablas me hace desear estar contigo. La forma en la que dices mi nombre me hacen querer correr hacía ti.

Quiero cuidarte. Quiero hacerte sentir a salvo. Quiero amarte.

Y ahí es cuando me dí cuenta.

Ah, mierda, creo que me enamoré.