Una de las muchas cosas que Kenny notó de Butters es que en realidad era muy bueno para dibujar.
De hecho, hace un tiempo, Butters le había hecho un dibujo a Kenny después de enterarse que este último había sido internado en el hospital. Un dibujo muy lindo que Kenny aún conserva.
Kenny no era muy bueno dibujando, de hecho era pésimo, pero de forma optimista pensó: ¿Qué tan difícil podía ser?
Así que durante la clase del señor Garrison, Kenny comenzó a garabatear un poco. No le pensaba entregar a Butters sus simples garabatos, simplemente estaba tratando de perder el tiempo en clase pensando en algo que le hace sentir bien.
Y tal vez si el dibujo era lo suficientemente bueno este podría llegar a las manos de Butters. Pero la verdad, solo la idea de darle un dibujo hecho por él mismo lo hacía querer morir de vergüenza.
Era importante para él capturar en su dibujo todo lo que le encanta de el pequeño rubio. Por ejemplo, su angelical sonrisa y sus finos labios; sus azulinos ojos que eran tan expresivos que con tan solo verlos podías saber su estado de ánimo. Su mirada acogedora.
Cada detalle era de suma importancia.
Entre muchos bocetos deformes, hubo uno que destacó entre los demás que para Kenny, no estaba tan mal.
El timbre del receso había sonado, pero el rubio miel estaba tan absorto en su obra que no se había dado cuenta.
— ¡Hey, Kenny! Es la hora del recreo. ¡Vámonos! — Ahí estaba la áspera voz de Cartman apurando a sus amigos para ir a almorzar.
El castaño se acerca al escritorio de Kenny para ver qué era lo que lo hacía demorar tanto.
— ¿Qué mierda es eso, amigo? — Dijo agriamente. — Dibujas como el culo, además, ¿ese no es Butters?
— ¡Vete a la mierda, culón! — Exclamó Kenny mostrándole el dedo del medio.
— Vamos, Cartman, déjalo ya. — Kyle trató de apaciguar el ambiente.
— Sí, ¿a quién carajos le importa si Kenny es gay por Butters? Simplemente vayamos a almorzar. — Mencionó Stan, quien estaba más preocupado por ganar una mesa en el comedor que por lo que estaba pasando.
— Qué marica. — En un descuido, Cartman aprovecha para tomar el dibujo y salir corriendo. — ¡Espera a que Butters vea esto!
— ¡Hijo de puta! ¡Si no me regresas eso te golpearé hasta que escupas sangre! — Enseguida, el Kenny se apresuró a perseguir a Cartman por los pasillos de la escuela, esperando alcanzarlo antes de que ese dibujo llegara a las manos de Butters.
Habría podido detenerlo si no fuera porque Cartman, astutamente, en el camino le arrebató un libro a uno de los chicos que iba pasando y lo aventó a los pies de Kenny haciendo que este tropezara.
Para su mala suerte, ahí estaba el pequeño rubio guardando unos libros en su casillero y por desgracia Cartman llevaba la delantera.
— ¡Hey, Butters! ¡Tienes que ver la mierda que hizo Kenny! — Gritó entre carcajadas alzando el dibujo con su brazo.
— Hola, Cartman, ¿de qué estás hablando? — El pequeño no comprendía lo que estaba causando tanto alboroto, pero al tratarse de Kenny despertó su curiosidad.
— ¡Ni se te ocurra, gordo de mierda! — Trató de detenerlo, pero ya era demasiado tarde. Butters tenía el dibujo en sus manos y lo estaba viendo.
Y por primera vez, Kenny que de verdad quería que algo o alguien llegara de la nada y lo matara, pero esta vez no fue así.
Podría intentar suicidarse, pero aunque al día siguiente fuera a olvidarlo, no le gustaría que el pequeño rubio tuviera que presenciar una escena así.
Pudo notar como los ojos aguamarina del chico examinaba cada uno de los detalles, poco a poco sus pupilas se dilataban y la mirada se le iluminaba.
— ¿De verdad hiciste esto, Kenny? — Exclamó asombrado. No reaccionó como pensó el mayor. De hecho, cuando el dibujo se le fue arrebatado, todo pensamiento lógico y coherente se escapó de su mente, así que no le dió tiempo a pensar si de verdad era tan malo que Butters viera ese dibujo.
— Uh, puede ser. — Rascó su nuca avergonzado y desvió su mirada al suelo.
— ¡Es lo más lindo que alguien alguna vez haya hecho por mí! — Su mirada lo decía todo. Estaba completamente maravillado con el detalle del rubio miel.
Kenny se sentía sobre un lecho de rosas. Incluso si en un principio ni siquiera quería que viera su dibujo debido a sus pobres habilidades artísticas, a Butters le gustaba, y eso era todo lo que le importaba.
— Me alegro que te haya gustado, ¿por qué no vamos a almorzar juntos? — Después de la respuesta de Butters a su dibujo Kenny sintió que podía hacer cualquier cosa. Extendió su mano hacia el menor y él la tomó en señal de haber aceptado su invitación.
Salieron tomados de la mano hacia el comedor, y así, se cumplió una de las fantasías de Kenny: caminar de la mano con Butters.
— ¡Por dios! ¡Consiganse un cuarto! — Gritó Cartman a sus espaldas, pero Kenny no lo escuchó. Estaba tan feliz que lo único que podía escuchar era la voz de Butters diciéndole todo lo que le gustaba del dibujo.
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no hay dibujo hoy ajakajas sorri (en realidad si había pero nghhh), capítulo corto pero el siguiente será más largo, lo prometo 🙏
tmb gracias por el apoyo que le dan a la historia, me gusta mucho escribir pero me da mucha vergüenza que gente lea lo que escribo, así que los comentarios que dejan me hacen tener más confianza, solo eso, gracias ♡︎
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Go For It, Kenny!ㅤ| Bunny SP
FanfictionKenny jamás había tenido el deseo de enamorarse o tener una pareja con la que compartir momentos íntimos que no sean sexo, y mucho menos pensó en enamorarse de alguien como él, sin embargo, sucedió. Ahora, sin tener ninguna experiencia en el amor, s...