Era realmente una tonta al haber regresado a trabajar con Mino, Sung Rok no tomo de la mejor manera esa decisión, prácticamente todos los días tenían una especie de discusión por trabajo, la chica había estado de mal genio continuamente, ella decía que era estrés, Sung Rok trataba de entenderla, pero todos los días le pedía que renunciara,ella se negaba. Por eso So Hee se refugiaba en la persona menos indicada para ella, se había vuelto una adicta a los besos y caricias de Mino, el placer que sentía era indescriptible. La culpabilidad no se iba, pero podía ignorarla mas fácil.
Mino era un controlador en todos los sentidos, para So Hee no era nada nuevo ya que claramente eso venia de familia, Sung Rok cada que podía ejercer autoridad sobre ella lo hacia, de vez en cuando los papeles cambiaban y cuando la chica quería algo se encargaba de conseguirlo.
Mino, su amante, ejercía una especie de control mental, física y sexual sobre So Hee, le había pedido siempre ir en falda al trabajo para poder hacerla suya en cualquier momento sin tener dificultades, So Hee se había vuelto dependiente a él. En las ultimas semanas no había dejado que su esposo la tocara, se mantenía al margen y lo alejaba con cualquier excusa tonta.
So Hee no puedo evitar asistir al evento de caridad en el que trabajaba la abuela de Sung Rok, se sintió ansiosa cuando supo que Mino también asistiría, claro que eso era algo obvio, So Hee se miro en el espejo de cuerpo completo viendo cada detalle de ella, no quería ser señuelo de criticas en ese nido de víboras.
-Te vez hermosa, nadie podrá atreverse a juzgarte. -Beso la frente de su esposa, ella sonrió ante el cumplido.
-Lo dices porque me quieres. -Tomo del brazo a su esposo y caminaron a la salida de su casa.
-Y no solo por eso sino porque es la verdad, a cualquier lugar que vayas siempre seras la mujer mas bonita. -So Hee se sentía amada por su esposo, así que no comprendía la razón por la cual había caído ante la seducción de Mino. En realidad si lo comprendía, solo que ignoraba ese hecho.
Cuando llegaron al evento, Si Young recibió con alegría a sus nietos, claro con So Hee solo fingía para los medios de comunicación, y eso lo sabia muy bien.
-Están aquí todos sus primos, vayan a saludarlos y tomarse fotos. -So Hee miro hacia donde apuntaba la vista de la abuela, su corazón se acelero cuando vio a Mino tan impecable y con tanta seriedad, jamas lo veía reír frente a los demás, se acerco con nerviosismo, Sung Rok la abrazo por la cintura.
-Respira, todo saldrá bien, haremos una foto familiar para que la abuela este contenta. -Ella lo miro y asintió sin poder hablar.
Sus ojos anhelaban a Mino, él se percato de su mirada y la vio de pies a cabeza haciendo películas mentales todas para mayores de edad. Como era de costumbre Sung Rok llevaba la primera linea de sangre, así que él junto a su esposa y sus padre fueron en primera hilera, los demás se acomodaron detrás de ellos sin importar el orden, Mino se puso detrás de So Hee causándole casi una hiperventilación cuando sintió las manos del chico acariciar su espalda hasta bajar a sus nalgas, sin pena se frotaba contra ella, claro nadie lo notaba porque todo estaban ocupados haciendo su mejor trabajo para salir perfectos en la foto, So Hee forzaba una sonrisa demasiada tensa, tomo con fuerza el brazo de su esposo, sintiendo que en cualquier momento gritaría a causa de Mino.
Después de esa pequeña sesión de fotos, los cuales para So Hee fueron como días enteros, se acerco a la mesa de bebidas alejándose de la mayoría de personas, era una intrusa, esos pensamientos siempre venían a su mente cuando asistía a esos eventos.
-Me alegra verte. -Mino le hablo al oído por detrás de ella. Casi el vino que acababa de beber lo arrojaba por la boca.
-Mantente alejado. -Dijo nerviosa, el negó con la cabeza.
